Los últimos días ha quedado abierta al público la nueva zona verde de la calle Sant Ramon de Paiporta. Se trata de un antiguo solar reconvertido en jardín, parque infantil y de socialización, con una superficie de 2.266,04 metros cuadrados, una inversión total de 930.000 euros, y cuenta con un diseño enfocado desde la máxima de la sostenibilidad.

El parque cuenta con cinco áreas diferenciadas: tiene un paseo pavimentado por el lado Este que permite el acceso en los edificios que rodean esta arista del jardín. También hay una área destinada a juegos infantiles situada al extremo Norte, pavimentada con caucho reciclado, con dos bancos curvados y una pérgola de acero para proporcionar sombra.

Hay, por otro lado, una zona destinada a la socialización de gente joven, al extremo Sur, con forma elíptica y dos pares de bancos enfrentados que permiten una excelente interacción visual, y otra destinada a la interacción de personas mayores. Los dos bancos curvados de esta zona cuentan con apoyo para la espalda. El parque, por último, tiene un paseo interno que conecta la zona de niñas y niños con la de jóvenes.

En cuanto a las especies vegetales elegidas para la zona ajardinada, destaca una alineación de almeces, que generarán sombras muy frescas, y jacarandas, que también y darán una nota de color con su espectacular floración violeta. En cuanto a la variedad cromática, también hay un arce, árbol de hoja caduca que ofrecerá espectaculares colores ocres en otoño.

El arbolado se completa con moreras sin fruto y ciruelo rojo, que dan volumen y colores verde y rojo intenso en verano. Las zonas no pavimentadas se han tapizado con vincas 'minor', que crecerán hasta unos 50 centímetros de altura y colonizarán todos los parterres.

Parque sostenible

El nuevo jardín, que da respuesta a una demanda histórica de la ciudadanía de los barrios Sant Ramon y Picanyer, se ha diseñado con criterios de máxima sostenibilidad ambiental. Así, los pavimentos y parterres son altamente drenantes para que toda el agua de lluvia y escorrentía penetre en el subsuelo y se reduzca el consumo de agua. El 66% de la superficie total del jardín es drenante, muy por encima del 50% que exige la legislación valenciana sobre zonas verdes.

Sobre el pavimento, también se tiene que subrayar que el terrizo estabilizado y el caucho reciclado, y su capacidad drenante, impiden la aparición de barro en caso de lluvia. Se han construido, además, con elevación respecto de las zonas verdes, y así permiten el aprovechamiento del agua de lluvia.

La elección del arbolado tampoco es casual. De hecho, se ha optado por especies de hoja caduca que generan sombras frescas en verano y dejan pasar la luz y el calor del sol en invierno. Y también se ha optado por la cubrición total de los parterres con vegetación que den pie a unas condiciones de humedad óptimas, que generarán sombra en el 100% de la superficie de plantación, lo que evitará la evaporación excesiva del agua de riego y su mejor aprovechamiento.

Todo el alumbrado del jardín se ha instalado con tecnología LED de muy baja potencia, orientada hacia el suelo, lo que permite el máximo aprovechamiento de la energía y evita contaminación lumínica ambiental. En este sentido, se han aprovechado los puntos de luz existentes, a los que se ha sumado un más, y se ha reforzado el alumbrado de la zona infantil con dos columnas de focos.

En cuanto a los elementos de urbanización, se ha optado por materiales de fabricación de difícil reciclaje como son, por ejemplo, los pavimentos de caucho de la zona de juegos infantiles, fabricados con restos de neumáticos triturados, o los asientos y los apoyos para la espalda de los bancos del parque, fabricados con una mezcla de residuos plásticos de muy difícil aprovechamiento industrial y serrín de madera. La durabilidad de este material es alta, y ofrecen un gran confort.