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Medida

Catarroja inundará y renovará el agua de los 'tancats' para no quemar la paja del arroz

El consistorio impulsa un proyecto piloto por el que se regenerará el caudal de forma constante para que el residuo no se pudra

Una de las partidas de Catarroja donde ya se ha comenzado a empacar la paja del arroz. l-emv

El Ayuntamiento de Catarroja aplicará un sistema piloto para que no tenga que quemarse la paja del arroz, que consistirá en inundar, de forma permanente, los 'tancats' para que el residuo depositado no se pudra. Así lo han acordado los responsables municipales con los agricultores arroceros, dos semanas después de que el Consell Agrari local tomara por unanimidad la decisión de no incinerar la paja del arroz, siguiendo las directrices de la Unión Europea y las recomendaciones de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.

El término municipal dedicado al cultivo del arroz en Catarroja está dividido entre las partidas, que son extensiones de mayor superficie en las que puede entrar maquinaria, y los 'tancats', espacios de menores dimensiones rodeados de agua, con acceso imposible para aquellos vehículos que realizan la retirada.

En las dos partidas que existen (la de Séquia Nova y la del Bony), una empresa especializada ya está recogiendo y empacando la paja para darle un uso posterior. Este tipo de firmas la ofrecen posteriormente a otros clientes que la reutilizan para ámbitos variados.

Las dos partidas que existen en la zona arrocera de Catarroja, según fuentes municipales, suman un total de 2.500 hanegadas y se calcula que se extraerán unos 300 kilos de paja por cada una. Esta operación no tiene ningún coste para los agricultores ya que está subvencionada por la conselleria.

Respecto a los 'tancats', donde por sus condiciones no es posible acometer este proceso, el consistorio ha diseñado un sistema por el cual la paja quedará depositada en los campos, que serán inundados con el agua de los motores. El agua se irá renovando y bombeando constantemente, durante el tiempo que se estime necesario, con el objetivo de que la paja no se pudra. «De este modo, no se contaminará el agua, que es el principal problema que puede producirse», indican en el ayuntamiento.

La operación comenzará una vez esté segado todo el arroz y se prolongará hasta un mes y medio, dependiendo de las condiciones climatológicas. Cuando el tiempo no haga necesario seguir inundando y regenerando el agua, porque hayan bajado las temperaturas y no exista riesgo de putrefacción de la paja, el proceso habrá finalizado.

El Ayuntamiento de Catarroja correrá con todos los gastos de aplicar este procedimiento, que básicamente serán el coste de luz de mantener los motores en marcha todo el tiempo que sea necesario. «El coste máximo estimado se puede asumir», indican.

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