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Larga vida al Capitolio

Un libro relata la historia del cine-teatro de Godella desde su apertura en 1952 - El solar fue un frontón y albergó peleas de boxeo

Larga vida al Capitolio

El Capitolio encara los 70 años de edad, pero sigue igual de joven y manteniendo su espíritu de rico contenedor cultural de Godella y municipios limítrofes. La historia del inmueble la recoge Pedro Fernando Gálvez, con la colaboración de Juli Leal, en el libro «Cine-Teatro Capitolio. Retrato de una época».

En los años 40, el Capitolio no era más que un solar. El párroco del pueblo anunció al director de la compañía parroquial de teatro, que los dueños lo cederían en testamento a la iglesia para su uso, pensando en montar un escenario portátil de manera con el que sacar dinero para Cáritas. Finalmente, aquello no fructificó y la primera actividad que tuvo el solar fue la de un frontón de pilota, llegando a jugar en su cancha jugadores de renombre de la época. En el espacio resultante entre este y el frontón que ya estaba contiguo, se construyó una pequeña pista de patinaje.

Aquel frontón se convirtió a finales de los cuarenta en cine de verano, e incluso, albergó veladas de boxeo, sobre todo, al vivir en Godella el entonces presidente de la federación, Isidro Prieto. También peleas de lucha libre.

El cine de verano tenía su éxito. De ahí que cuatro vecinos deciden comprar el solar para construir una sala de proyecciones cubierta. Corre agosto del 51. Los cuatro impulsores eran clavarios de San Bartolomé y en las reuniones de la cofradía empezó a gestarse la idea del cine.

El edificio se inauguró en diciembre de 1952, con la proyección de «Corazones en Llamas», de George Marshall. Curiosamente la elección del nombre se hizo por votación popular, ya que los asistentes al cine de verano escribieron detrás de la entrada su nombre preferido. Capitolio se impuso por un estrecho margen a Cervantes. Los cuatro vecinos -Francisco Durá, Bartolomé Ferrando, Vicente Valls y José Alonso- aportaron el capital a la sociedad. No eran unos desconocidos para el sector, ya que tenían parte en otras salas de Burjassot, Moncada, Manises o València.

Todos los días había cine, excepto los lunes. También actuaciones musicales. Los más viejos del lugar vieron sobre el escenario a Sara Montiel, Manolo Escobar, o Rafael Rivelles.

Uno de los elementos característicos del Capitolio era su lampara central, con un centenar de bombillas. No faltaba el bar con bebida y chuches. El precio de las entradas era de 3 pesetas para butaca y de 1,5 para general. Con películas de renombre, las colas daban la vuelta a la manzana. Entre aquellos títulos figuraba «Las minas del rey Salomón», «Mogambo», «Moby Dick», «El Cid» o «Los diez mandamientos».

Además, de la propia catalogación de la película según las edades, la hoja parroquial se encargaba de recomendar, o no, el film. Así, sobre «Sansón y Dalila» se apuntaba que era una película «con defectos propios de un clima pagano y libre», mientras que de «Ana Karenina», apuntaba que era «gravemente peligrosa».

Compra municipal del edificio

El declive de las salas de cine alcanzó al Capitolio y a finales de los 70, dejó de funcionar como tal. Desde entonces, pasó cierta travesía en el desierto hasta 1989, cuando se revitalizó al comprarlo el ayuntamiento, con el objetivo de «cubrir el déficit de equipamiento de ámbito cultural», rezaba el acta de la sesión plenaria de marzo de aquel año. En febrero de 1992 se reinauguraba el edificio tras una inversión superior a las 157 millones de las antiguas pesetas. La Primitiva de Llíria fue el reclamo del acto de apertura.

El nuevo Capitolio sirve de impulso para el teatro, con el nacimiento del grupo Godayla, bajo la dirección de Salvador Llorens o Juli Leal. También la música encontró el contenedor perfecto. La Banda del Casino Musical de Godella realizó actuaciones. Las notas de la época salieron del Dúo Dinámico, Toni Benito o Los Ángeles Negros. Incluso varietés. Y así perdura hasta hoy el Capitolio: entre el séptimo arte, la música, la cultura, las fallas o el deporte, albergando la Gala de l'Esport.

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