«Muero con la conciencia bien tranquila de que no debéis por qué avergonzaros, que no soy- como bien sabéis- ningún criminal», escribió José reivindicando su inocencia ante la represión de la dictadura franquista. «Muchos besos y abrazos a todos, padre tenga usted ánimo y acuérdese de que su hijo piensa en usted hasta su último instante, y en sus hermanos , como igualmente en todos los familiares y amigos. Un fuerte abrazo a todos», se despide en la última carta que pudo escribir.