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Memoria Histórica

"Seguimos sin saber la causa por la que el franquismo fusiló a mi tío"

Dolores Alacreu, de Sedaví, recupera la carta que su tío escribió en prisión antes de ser asesinado

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«Mi querido padre y hermanos: estas letras son las últimas que os escribo y os tengo en mi corazón en estos momentos», escribió José Ylla Cebrián el 4 de noviembre de 1941 desde la Prisión Provincial de Cuenca. Esta sería la última noticia que la familia tendría sobre él. Hace dos años, su sobrina Dolores Alacreu, de 66 años, con motivo del fallecimiento de su madre, hermana de José, quiso hacerse con la carta para recuperar la memoria de su tío.

La familia Ylla Cebrián vivía en el municipio de Casasimarro, perteneciente a la provincia de Cuenca. Francisco Ylla, padre de José, era propietario de un casino en el que se llevaban a cabo reuniones socialistas. Tuvo seis hijos junto a su mujer, que falleció antes de la Guerra Civil. El más mayor era José, por lo que decidieron darle a él la oportunidad de estudiar y formó y ejerció como maestro.

«A día de hoy todavía no sabemos los motivos exactos por los que mi tío fue encarcelado, pero mi padre me ha contado que en el pueblo se rumoreaba que José tenía una novia de derechas y que fue su familia la que dio el chivatazo de que era 'rojo'», explica Alacreu. «Mi tío nunca había estado implicado en ningún partido político, como si lo estuvo su padre», aclara Dolores. José Ylla fue finalmente fusilado.

Después de la guerra, casi toda la familia emigró a València. En esta ciudad, condenaron a su abuelo y fue a la prisión de San Miguel de los Reyes. «Pasaron muchas penurias. Mi madre me contó que les tocaba freír pieles de naranja para comer», cuenta Alacreu. Cuando salió de la cárcel consiguió trabajar de acomodador en el antiguo Cine Levante.

Dolores nació en 1953 en Nazaret y vivieron la Gran Riada de 1957 con temor. «Mi padre trabajaba en Sedaví y, en cuanto pudieron, nos mudamos al municipio. En Nazaret no nos sentíamos seguros cuando llovía», expresa. «Mi abuelo decía que alguna de nosotras teníamos que ser maestras en honor al tío, y yo fui maestra de vocación», cuenta Alacreu. «En mi casa se ha hablado poco de política porque cuando se hacía, mi madre se encendía, pero siempre estuvo presente, yo fui concejala del PSOE en Sedaví ocho años», narra.

Memoria histórica

La exhumación de Franco ha despertado todo tipo de sentimientos en el país, pero sobre todo en las familias de las víctimas que sufrieron las represalias del régimen. «Igual que han removido la tumba de Franco, me gustaría que se hiciese lo mismo con las víctimas. Quiero saber dónde está el hermano de mi madre, si murió en Cuenca o si se lo llevaron a otra ciudad. Me quedaría en paz sabiendo esto» afirma Alacreu.

«Iniciar el proceso de búsqueda del cuerpo de mi tío es muy difícil. Cuando la Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica nos aportó una ficha para rellenar con los datos de José, fue cuando nos dimos cuenta que nos faltaba mucha información sobre él. Ni sus padres ni sus hermanos están vivos, por lo que ni tan solo sabemos el día en el que nació», lamenta la sobrina. «Pero deseamos encontrarle», concluye Alacreu.

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