Este próximo viernes 29 de noviembre la nueva biblioteca municipal de Silla cumple dos años y lo celebrará luciendo el nombre de Xelo Carbonell. La falta de consenso que impidió que este recinto ya se inaugurara con el nombre de la gran bibliotecaria que posicionó a Silla como referente cultural, sí que lo hubo ayer en el pleno, al salir adelante la moción presentada por la propia familia de Xelo Carbonell, con los votos a favor del PSPV y de Compromís, y la abstención del resto.
Su marido, dos hijos, madre y hermano presentaron un escrito por registro de entrada solicitando al ayuntamiento que «es un acto de justicia, que la biblioteca, que ella tanto amó y a la cual dedicó todos sus esfuerzos para su dignificación lleve su nombre, para que quede siempre en la memoria colectiva como alma activa de nuestra biblioteca, como ejemplo de dedicación, compromiso y perseverancia al servicio de su pueblo».
Ya antes, tras su fallecimiento de forma prematura en 2007, hubo una recogida de firmas de diferentes asociaciones culturales e incluso una petición formal de la Asociación de Bibliotecarios Valencianos para que Xelo Carbonell diera nombre al recinto cultural de Silla. Finalmente ha sido la moción de la familia la que lo ha conseguido, aunque en realidad fueron los méritos de una mujer excepcional. «Creemos que está más que justificado que la Biblioteca lleve el nombre de una persona que ha dedicado su trabajo a posicionar a Silla como referente cultural», señala el alcalde de Silla, Vicente Zaragozà.
Xelo Carbonell era la bibliotecaria de Silla desde el año 1976 y un referente por su activismo cultural. Formó parte de la mesa redonda sobre Literatura Infantil en la Comunitat del I Salón del Libro valenciano (1993), y el mismo año fue responsable del curso de Catalogación y Clasificación para Bibliotecas de menos de 10.000 habitantes. Fue secretaria de la Asociación de Bibliotecarios Valencianos e impulsora del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunitat Valenciana. También fue impulsora, junto a Ramon Guillem, del Premio Samaruc de Literatura Infantil y Juvenil, y por supuesto de la Semana de les Lletres Valencianas de Silla.
