En València y las comarcas que la envuelven conviven e interactúan más de dos millones de personas y no tienen una entidad que gobierne de forma conjunta sus servicios, como sí ocurre en barcelona o Bilbao, así como en numerosas ciudades europeas. Con el objetivo de «mirar al futuro», el PSPV-PSOE de la provincia de València reunió ayer en Picanya a representantes de organismos supralocales de diferentes ciudades junto a alcaldes de l'Horta Sud, l'Horta Nord y el Camp de Túria para reflexionar sobre modelos de áreas metropolitanas.
Frente al proyecto fallido (fue disuelto por el Partido Popular cuando llegó al gobierno de la Generalitat Valenciana en 1995) del Consell Metropolità de l'Horta, que nació en los años 80 con esa vocación e integraba a 44 municipios, ayer los y las socialistas plantearon un área metropolitana de más de 70 pueblos y ciudades, que integraría València, l'Horta, la Ribera, el Camp de Túria, el Camp de Morvedre y los Serranos.
El alcalde de Picanya, Josep Almenar, anfitrión de la jornada y presidente provincial, defendió que hay que «ir más allá de nuestro ombligo y ceder competencias a una estructura metropolitana». También planteó la figura del director o directora de servicios, como complemento del modelo actual, en el que es el departamento de Secretaría sobre el que recae el peso.
Por su parte, la secretaria general provincial, Mercedes Caballero, indicó que la de ayer será la primera de otras jornadas para definir el modelo de área metropolitana por la que apuesta su partido y defendió que, desde 2015, «aunque a un ritmo lento» se está avanzando en abordar determinados servicios con una visión conjunta. Como ejemplo, puso la Agencia Metropolitana del Transporte.
A lo largo de las distintas mesas sectoriales que se fueron desarrollando, alcaldes de municipios de l'Horta abogaron por una organización metropolitana porque cada municipio, por sí solo, no tiene peso para reclamar determinadas inversiones y porque la falta de coordinación ha provocado duplicidad de infraestructuras y un caos en la movilidad comarcal.
De este modo, el alcalde de Albal, Ramón Marí, defendió una organización política «que aúne servicios desde el punto de vista global» entre ellos de la Policía Loca, «que es una fuente de conflictos y batallas por los sueldos». También criticó que las actuales entidades metropolitanas monofuncionales (la Emtre para el tratamiento de residuos, la Emshi para el agua potable o la AMT para el transporte) suponen «duplicar los gastos en estructura administrativa».
Por su parte, el alcalde de Alaquàs, Toni Saura, consideró que no existe una movilidad sostenible en el área metropolitana y explicó el caso concreto de su municipio, Aldaia y Xirivella, con un precario servicio de bus y tren, y sin carril bici de conexión con València, entre otros. Por ello, valoró la puesta en marcha de la AMT.
También en movilidad, el alcalde de Alboraia, Miguel Chavarría, explicó el «caos» de comunicaciones de su municipio que «no es València pero tampoco es realmente l'Horta Nord». Al ser una pequeña población, no tiene peso ante las instituciones para que solucionen problemas de interconexión local, con otros municipios y con València, en tren y en bus, que dependen tanto de la Generalitat como del Estado. «En un organismo metropolitano del que formemos parte, tendríamos más voz», dijo a Levante-EMV.
En la jornada intervinieron para explicar sus modelos y competencias, el alcalde de la ciudad francesa de Panazol, que preside el área metropolitana de Limoges, Jean Paul Duret; el director general de Bilbao Metropoli-30, Alfonso Martínez, y la diputada por Barcelona, Carmen Andrés, miembro del organismo metropolitano.
