Las intervenciones de la primera parte de la jornada fueron muy críticas con el papel que ha desempeñado la ciudad de València frente a los municipios de su entorno en los últimos 40 años. «Ya lo dijimos este año en la constitución de las entidades metropolitanas. No vamos a volver a consentir que València asuma por imposición la presidencia de todos los órganos porque no necesitamos que la metrópoli nos tutele», dijo el alcalde de Albal, Ramón Marí. El socialista expresó que la posición que juega València «no tiene que ver con el color político sino con una cuestión de concepto» ya que «cuando el PSPV lo gobernaba todo, tuvimos las mismas bofetadas que ahora», dijo.
También en esta línea intervino, ya desde el público, el alcalde de Picanya, Josep Almenar, quien puso el ejemplo del área metropolitana de Limoges, donde el presidente es del pequeño municipio de Panazol. «¿Por qué no puede ser el alcalde de Torrent el presidente del Consell Metropolità de l'Horta»?, manifestó.
El veterano mandatario opinó que hace 30 años, «ya se hizo mal» la constitución del organismo metropolitano porque «València tenía la máxima representación».
Respecto a servicios públicos como el agua y en pleno debate por la remunicipalización, Almenar abogó por tener siempre el control la administración local pero «contar con socios tecnológicos». «El servicio de agua en Cuba lo presta Aguas de Barcelona y en los años 70 en Bolonia, el alcalde comunista, que fue un referente del municipalismo en Italia y para todos nosotros, contrató los servicios con empresas», dijo.
