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Servicios sociales

València convierte el Casal de l'Esplai de Rocafort en un centro para familias migrantes

El municipio prorroga otro año el convenio con el cap i casal para ofrecer sus servicios a las personas usuarias del servicio

Joan Ribó, Guillermo José y Maite Ibáñez recorren las instalaciones del Casal d'Esplai. a. v.

El Ayuntamiento de València y el de Rocafort prorrogaron ayer otro año el convenio firmado en 2018 por el que se comprometen a trabajar conjuntamente para impulsar la inclusión social de las personas migrantes alojadas en el antiguo Casal d'Esplai. Al acto acudieron los alcaldes Joan Ribó y Guillermo José Gimeno.

El Casal d'Esplai es un complejo propiedad del Ayuntamiento de València, pero ubicado en el término de Rocafort. Desde su construcción su uso era el de un albergue juvenil para realizar campamentos y actividades de ocio. Pero en plena era de la migración, el cap y casal decidió emplearlo para que los migrantes pudieran alojarse allí mientras trabajaban como temporeros. Fue entonces (abril de 2018) cuando los vecinos mostraron su malestar, que acabaron trasladando al ayuntamiento. El consistorio, entonces gobernado por PSOE, Compromís, Podemos e IxrR, recriminó a València que solo abriera el inmueble de 21 a 7 horas, es decir únicamente para que pernoctaran, provocando que algunos de los migrantes deambularán por las calles de Rocafort. La administración de l'Horta llegó a amenazar con clausurar la instalación al carecer de la licencia necesaria para el uso que le estaba dando, si no ampliaba el servicio a las 24 horas. Ambas instituciones llegaron a un entendimiento y a finales de 2018 sellaron un acuerdo anual.

Ahora han prorrogado esta colaboración, aunque el Casal d'Esplai ha sufrido una profundo cambio. Ahora sus usuarios no nos hombre migrantes que se alojan mientras se buscan la vida en el campo o la construcción. Se trata de familias enteras con niños. En total, el albergue tiene una capacidad para 48 personas.

El convenio incluye que València mantiene y se hacer cargo de las instalaciones de su propiedad, mientras que Rocafort aporta los servicios: polideportivo, casa de la cultura, biblioteca o los centros escolares.

El alcalde Guillermo José Gimeno se mostraba ayer satisfecho tras la firma. «La predisposición de este equipo de gobierno (Cs, PP y Vox) ha sido buena y prueba de ello es que todos hemos acudido al acto de la firma del convenio porque nos lo creemos, y muchos más ahora con el uso que se le ha dado. Que sean familias enteras las que lo utilizan permite que su integración sea mucho mayor. Los niños van a la escuela, participan de las actividades infantiles que realiza el ayuntamiento...», resaltaba el dirigente de Ciudadanos. Tal es la mejora, que el alcalde reveló que «las quejas iniciales de los vecinos, se han vuelto en elogios por cómo funciona y el uso que se le ha dado».

Por su parte, el Ayuntamiento de València también ofrece talleres para el desarrollo de recursos esenciales para la inclusión de las personas y los talleres de inserción laboral. De hecho, el Casal d'Esplai también ha sufrido un profundo lavado de cara con los trabajos que realizan los propios usuarios que ponen en práctica el aprendizaje de los talleres. El alcalde Joan Ribó señaló que las personas migrantes «que dejan su casa y viajan solas o con sus familias dejando todo detrás, merecen una oportunidad. Nadie se va de su país por gusto, sino huyendo de la guerra, el terrorismo o el hambre».

El mandatario de Compromís remarcó que la «responsabilidad que tenemos las administraciones públicas para que nadie en nuestro país o en nuestras ciudades, se queda sin un lugar donde dormir, o un plato que comer». En este sentido, reclamó un mayor apoyo del gobierno central «para las ciudades, que somos las primeras acogedoras de estas personas, y que en algunos casos, incluso nos hemos declarado Ciudad Refugio», como es el caso de València, que juntamente con Rocafort lo son desde 2015. Ribó expresó la idea de que «las personas migrantes son un activo fundamental para la economía valenciana, de la misma forma lo fuimos los valencianos que, en su día, tuvimos que emigrar, o los jóvenes que todavía hoy lo tienen que hacer».

En la misma línea se manifestó la concejala de Cooperación al Desarrollo y Migración, Maite Ibañez, quien explicó que la firma de la renovación del convenio es la demostración de que este acuerdo «es un ejemplo de convivencia y también de coordinación de ayuntamiento en favor de la acogida de refugiados internacionales mediante una buena organización».

Trabajo con las asociaciones

Los responsables de ambos ayuntamientos volverán a trabajar codo con codo con asociaciones vecinales y otras entidades importantes para promover tareas de información, orientación y asesoramiento jurídico en materia de extranjería, y en el desarrollo de un protocolo de comunicación entre la Policía Local y el Servicio de Cooperación al Desarrollo y Migración de València.

Asimismo, el Ayuntamiento de València facilitará al de Rocafort los datos necesarios para la emisión de carnés o exención de tasas, e incluso ofrecerá las plazas del Casal de Acogida para atender las necesidades de alojamiento del municipio de l'Horta. Además de los talleres de inserción laboral, se realizarán de nuevo jornadas de puertas abiertas y campañas de sensibilización para prevenir actitudes racistas y xenófobas.

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