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Localizan tres grandes núcleos defensivos de la línea «Inmediata» de la Guerra Civil

Los investigadores José Aleixandre y Esteban Clemente reconstruyen en un libro el trazado en la población de Rafelbunyol

Bajo estas líneas, fortín situado entre campos de naranjos. Y abajo, trinchera fortificada dels Germanels, que da acceso a un fortín. jose aleixandre

La línea defensiva Puig-Carassols, que se construyó en 1938 como protección de la ciudad de València ante una posible entrada de las tropas franquistas presenta en el municipio de Rafelbunyol tres importantes núcleos. Así ha quedado patente en el trabajo que han realizado los investigadores expertos en este tipo de patrimonio José Aleixandre y Esteban Clemente después de tres años de trabajos de campo y visitas al Archivo General Militar de Ávila.

El trabajo se plasma ahora en un libro que el Ayuntamiento de Rafelbunyol ha editado con una ayuda de la antigua Conselleria de Justicia, que tenía en el pasado mandato las competencias en materia de memoria democrática. En el trabajo ha participado también el investigador Julio Badenes, cronista del Puig y experto conocedor de la zona.

Los elementos defensivos dse construyeron en el término de rafelbunyol en tres grandes áreas, a ambos lados de la A-7. La primera incluye cuatro fortines «conservados en bastante buen estado» entre campos de naranjos. «Hay referencias de que había otro debajo de uno de los puentes de la autovía del que solo queda un resto, ya que fue destruido por desarrollos urbanísticos», indica.

Los otros dos bloques se localizan en los montículos gemelos de els Germanels. En uno de ellos hay un centro de resistencia que incluye tres fortines y un conjunto de trincheras blindadas (hormigonadas) que conectan los conectan. Finalmente, en el otro se ha localizado un fortín que actualmente está partido por el vallado divisorios de dos parcelas. «Posiblemente hubiera allí otros elementos que han desaparecido por las explotaciones agrícolas», indica José Aleixandre.

Las construcciones se realizaron en el año 1938 como reza una de las inscripciones localizadas en uno de los fortines del primer grupo de els Germanels, «un elemento fundamental y de gran para datar este patrimonio».

El trazado de Rafelbunyol forma parte del primer tramo de la línea, tal y como fue diseñada, que correspondería al que va desde el Puig hasta este municipio. «La línea se construía de forma simultánea en varios pueblos. Primero era con voluntarios y sindicatos. Posteriormenre fueron presos comunes y políticos», indica Aleixandre.

El trabajo «la Línea de Defensa Inmediata en Rafelbunyol» consta de 150 páginas y de él se han editado 300 ejemplares. No solo hace referencia a la red construida en el municipio sino que incluye cinco trabajos de investigación, además de una pequeña monografía de fotos y una selección de croquis y mapas que realizó el dibujante topógrafo Antonio Porcar, hallados en el archivo de Ávila.

Esteban Clemente escribe sobre «la Batalla por València» y «Rafelbunyol en la defensa norte de València». Por su parte, Julio Badenes profundiza sobre «El Valor Estratégico de Rafelbunyol desde la Prehistoria hasta la Guerra Civil». José Aleixandre aporta un trabajo sobre «Las Líneas de Defensa de València» y la estrategia de los franquistas. Y también el arqueólogo Enrique Estevens, que está al frente de los trabajos para elaborar el catálogo municipal de bienes e inmuebles protegidos (a punto de culminarse), participa con un artículo.

Uno de los aspectos más interesantes es un pequeño diccionario con la terminología de los elementos defensivos y otros vocablos utilizados en este tipo de estudios.

El libro de Rafelbunyol sigue al que se publicó en Riba-roja y tendrá continuidad próximamente en el municipio del Puig de Santamaría.

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