El Consell de l'Horta ha dado «un paso más» en sus objetivos para «proteger, preservar y ensalzar» los 11.000 hectáreas de huerta que conforman el cinturón y pulmón verde de la comarca de l'Horta, en València, con un presupuesto inicial de 2,4 millones de euros. Sus prioridades serán la gestión de los bancos de tierras, luchar contra los robos en el campo y promocionar la agricultura de proximidad, como ha quedado determinado esta semana en su constitución.

La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, presidió el pasado martes dos sesiones plenarias celebradas en la recién rehabilitada Alquería del Moro. En la primera se configuró el órgano ejecutivo, mientras que en la segunda se aprobó el Plan de Desarrollo Agrario de la Huerta para «dinamizar este enclave único, patrimonio natural y seña de identidad de valencianas y valencianos».

El órgano ejecutivo integra a todos los agentes implicados en el ámbito de l'horta de València. Al grupo institucional fundador formado por la conselleria, la Diputación de Valencia y el Ayuntamiento de València se han sumado representantes de la Conselleria con competencias en medio ambiente, agricultura, patrimonio cultural, economía y ordenación del territorio.

Entidades representadas

También alberga representantes de los ayuntamientos que forman parte del cordón de la huerta valenciana (Albuixech, Quart de Poblet y Rocafort), de las asociaciones agrarias (AVA, COAG, La Unió y UPA) y de las entidades ecologistas, representadas por Acció Ecologista Agró y la plataforma Per l'Horta.

De la serie de propuestas que incluye el Plan de Desarrollo Agrario, tres son las que el Consell de l'Horta ha definido como prioritarias para comenzar a trabajar. Estas se fundamentan en el diseño y gestión de los bancos de tierras, la seguridad del campo y de los agricultores frente a los robos y la promoción de los productos de proximidad de la huerta de València.

«Hemos destacado tres ejes de trabajo que, aunque no serán los únicos, impactan en tres de los desafíos del campo valenciano: el relevo generacional y el freno al abandono de tierras, las plenas garantías del agricultor ante un problema que acarrea cada año pérdidas por encima de los 20 millones y la apuesta por una alimentación sostenible, de proximidad, de temporada y con un alto valor añadido como son los productos de nuestra huerta», según Mollà.

Una marca propia

La creación de la marca «Huerta de València» será la encargada de articular la promoción de los productos hortofrutícolas valencianos, que comenzará con un proyecto piloto para evaluar las mejoras en la trazabilidad, la percepción y el consumo. Esta iniciativa colaborará estrechamente con el sector de la gastronomía y la restauración para que estos productos lleguen a los bares y restaurantes valencianos.

El siguiente paso será crear un órgano consultivo que estará participado, además, por representantes del Tribunal de las Aguas, de la Real Acequia de Moncada, de la Confederación Hidrográfica del Júcar, así como de entidades de gestión y participación de la Huerta.