Por sexto año consecutivo se ha celebrado en Quart de Poblet la mesa redonda Mujeres y Discapacidad, que en esta ocasión ha estado centrada en visibilizar la doble discriminación que sufren las mujeres sordas, por ser mujeres y por tener capacidades diferentes. Este encuentro, que se ha celebrado en el Salón de Actos del Ayuntamiento, se enmarca dentro de la semana conmemorativa del 8M, en la que desde la concejalía de Igualdad que lidera Cristina Mora, se están llevando a cabo diversas actividades con el objetivo de dar voz a las mujeres y crear espacios de diálogo que les permitan empoderarse.

La concejala ha insistido durante su intervención en la jornada que desde el Consistorio se lleva muchos años apostando por la inclusión e igualdad plena en el municipio, destacando especialmente la labor que desde el área de Igualdad, junto con el Centro Ocupacional, se está desarrollando en pos de la visibilización de este colectivo de mujeres con discapacidad.

Mónica Díez García, vecina de Quart de Poblet y coordinadora del Consell de Dones Sordes de la FESORD de la Comunitat Valenciana, ha sido la encargada de ilustrar la realidad de las mujeres sordas en esta mesa redonda. Díez ha denunciado que las personas sordas, en general, encuentran una gran barrera a la hora de comunicarse y acceder a la información y que, además, son prácticamente invisibles para la sociedad al no padecer ningún tipo de discapacidad que se aprecie a simple vista. Esto, sumado al simple hecho de ser mujer, complica en gran medida la vida de este colectivo y puede llevarlas a un completo aislamiento social. Por este motivo, la principal reivindicación de las mujeres sordas es tener acceso a la información para poder conocer sus derechos y privilegios y así tener la posibilidad de empoderarse y tener las mismas oportunidades que el resto de mujeres no discapacitadas.

Díez también ha explicado las diferentes labores de visibilización y concienciación que se llevan a cabo desde el Consell de Dones Sordes y aquellos recursos de los que disponen las mujeres sordas para superar las barreras comunicativas, y de cualquier otra clase, a las que tienen que hacer frente cada día. Desde FESORD buscan mejorar la calidad de vida de estas personas y fomentar la accesibilidad e inclusión de las mujeres a todos los ámbitos de la vida, como el trabajo, el ocio o la familia.

Por otro lado, Filo Mínguez, también vecina del municipio, ha querido compartir su experiencia y testimonio con todas y todos los presentes, aportando su punto de vista de esta realidad. Mínguez ha destacado que, aunque ella siempre se ha sentido una persona feliz y orgullosa de ser una mujer sorda trabajadora, es cierto que existen problemas comunicativos que pueden dar lugar a malentendidos e incluso a la discriminación por parte de las personas oyentes. También ha señalado que poco a poco, gracias a la tecnología, la situación de las personas sordas y su calidad de vida está mejorando.

La mesa redonda ha finalziado con la lectura de un manifiesto por parte del grupo de promotoras que surgió hace algunos años del taller que organiza la Casa de la Dona en colaboración con el Centro Ocupacional. Las promotoras han reivindicado el derecho de las mujeres con discapacidad a la salud, sobre todo a la reproductiva y sexual, y también la necesidad de formación del personal sanitario para poder atender sus necesidades.