Malestar, tristeza, indignación y responsabilidad a partes iguales, era la sensación que reinaba ayer en el mundo fallero de l'Horta, un colectivo formado por miles de integrantes repartidos a lo largo de 230 comisiones. Desde Puçol a Picassent, pasando por Paterna o Torrent, las fallas seguían en estado de shock por la suspensión sine die de los festejos a causa de la crisis del coronavirus.

Durante la jornada de ayer se celebraron distintas reuniones entre los ayuntamientos y las Juntas Locales. Los consistorios empezaron a revocar los permisos para la ocupación de la vía pública, aunque se mostraron colaborativos y flexibles para que las calles recuperen la normalidad, con la retirada de carpas y los monumentos, mientras que las comisiones piden ayudas para paliar el impacto económico, además de, por ejemplo, lugares donde poder guardar los monumentos hasta que se determine la nueva celebración.

En las dos capitales de la comarca, Torrent y Paterna, las reuniones se celebraron bien entrada la noche y al cierre de esta edición no habían concluido. En la capital de l'Horta Sud, antes de la asamblea extraordinaria de presidentes, el concejal de Fallas, José Pascual Martínez, se había reunido con Junta Local Fallera, para comunicar las directrices que trasladaría por la noche a los dirigentes falleros. Así, en Torrent queda suspendida toda la actividad fallera de la ciudad, no sólo la relacionada con la agenda fallera de Junta Local y las comisiones locales, sino también aquella programada por centros escolares, asociaciones o colectivos sociales. También se desmantelan los operativos extraordinarios policiales previsto. En este sentido, no se concederán permisos para la ocupación de la vía pública durante los próximos quince días para actividades lúdicas. El consistorio dará flexibilidad para que las carpas sean retiradas en los próximos días, así como ofrecerá su colaboración para afrontar contingencias como el almacenajes de remates y figuras.

En cuanto a Paterna, la Junta Local se reunió con el alcalde Juan Antonio Sagredo, para analizar las consecuencias de la suspensión de las Fallas. Desde el colectivo aseguraron que trabajan «junto con los responsables del ayuntamiento para tratar de reducir al máximo las consecuencias negativas que se van a producir y poder celebrar las Fallas en la fecha que se determine. Asimismo, estamos a la espera de que las autoridades adopten cualquier tipo de medida para garantizar la seguridad e integridad de los elementos que ya estaban en nuestras calles». En este sentido, la JLF pidió al alcalde colaboración para guardar las fallas que los artistas no puedan tener en sus talleres.

En Manises, ayuntamiento, dirigentes de las comisiones falleras y la Junta Local Fallera se reunieron para colaborar tras la cancelación.El alcalde Jesús Borràs y el concejal de Fiestas, Carles López, se comprometieron a agilizar los permisos y trámites administrativos cuando se vuelvan a celebrarse estas fiestas y mantendrá una comunicación fluida para buscar la solución definitiva a las fallas de 2020.

Por su parte, el presidente de la JLF de Manises, Juan Ros, aseguró que el impacto económico «sera grande», ya que apunta que «las comisiones afrontan gastos por las flores, bebidas, cenas, carpas y demás». Por ello, esperan ayudas para paliar los costes. Para Ros, el anuncio de la suspensión «se debería haber hecho antes, al menos hace quince días, para evitar determinados gastos, porque esto se veía venir», critica. El presidente lamenta cómo afecta la decisión al sentimiento fallero: «Las falleras mayores están destrozadas, las miras y se te cae el alma a los pies».

En Catarroja, la reunión también fue a ultima hora de la noche entre el concejal de Fallas, Miquel Verdeguer, con los presidentes de las comisiones. Así, se ha determinado que las fallas tienen 24 horas para retirar las nueve carpas instaladas ya desde el pasado fin de semana. En cuanto a las luces, los técnicos comenzarán al desmontaje ya que en el ayuntamiento afirman que el pago de las comisiones por la instalación de luz se produce por semanas y por tanto la semana que viene ya ni se pagará ni habrá luces.

En Silla, el alcalde Vicente Zaragozà entiende el gran problema que supone a las comisiones este aplazamiento y por eso asegura que para facilitar el desmontaje de monumentos y carpas «estamos estudiando qué almacenes tenemos para poder acoger los monumentos y también pondremos facilidades para desmontar las carpas, sin prisa». La presidenta de la JLF, Raquel Gradolí, afirma que está viviendo uno de los peores momentos en la directiva «pero entiendo que debe primar la seguridad de todos y también hay que dar la mano a aquellas personas que han tenido que tomar esta decisión drástica, que seguro que no ha sido nada fácil».

En Aldaia, una de las preocupaciones era saber dónde se podrán guardar los monumentos falleros que no van a plantarse. «Hemos encargado a los técnicos un diagnóstico de posibles espacios municipales que podrían servir de depósito este tiempo y también las comisiones realizarán consultas con los artistas sobre la capacidad que tienen», indica el alcalde Guillermo Luján. En este municipio se han suspendido también las actividades falleras en colegios y colectivos.

En Picanya, el alcalde Josep Almenar no ve problema en el almacenamiento de los monumentos porque «podemos gestionar sin problema que nos presten una nave del polígono». El consistorio activó ayer un operativo para informar a la población sobre cómo actuar ante en Coronavirus.

En Quart, el organizador de la fallas, José Montesinos, lamentó que «se haya tardado tanto en suspenderlas. Si se hubiera hecho antes nos hubiera dado tiempo a cancelar gastos como carpas, luces o comidas». En su opinión, «posponerlas es ridículo. O las eliminas o dejas plantar el monumento y reunirnos en los casales, y cancelando los actos de mayor concentración como mascletas o la ofrenda». Por ello, Montesinos lamenta que no se hubiera consultados a los falleros.

El Ayuntamiento de Burjassot ha suspendido los actos municipales y deja sin efecto el Bando de Fallas, con lo que se revocan las ocupaciones de vía pública solicitadas por ese motivo. El consistorio ha ofrecido a las comisiones falleras espacio para guardar los monumentos o ayuda en asesoramiento jurídico.

El presidente de la Junta Local de Paiporta, Raúl Zamora, también trasladó al consistorio en su reunión la preocupación de las comisiones por «dónde vamos a guardar los monumentos, ya que los talleres no los pueden almacenar». El dirigente apuesta porque las fallas se celebren en mayo «para no coincidir con el nuevo ejercicio, previsto a partir de junio».