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Objetivo

"Voy a comprar todos los ramos que pueda para ayudar a las floristerías"

Las falleras mayores de diversos municipios reconocen el "golpe emocional" que ha sido suspender las Fallas aunque lo aceptan "si esto sirve para controlar la enfermedad y salvar vidas"

"Voy a comprar todos los ramos que pueda para ayudar a las floristerías"

El golpe emocional que ha sido para miles de componentes de las comisiones de l'Horta el aplazamiento de las Fallas ha afectado con mayor intensidad a las falleras mayores. Un año de espera para vivir los días grandes, vacaciones solicitadas y ya casi en medio de los festejos, han visto como «de la noche a la mañana» sus planes experimentaban un giro de 180 grados. Las falleras mayores reconocen el «duro golpe» aunque son conscientes de que «era muy necesario».

Es el caso de la fallera mayor de Albal, Rosana Galán Alemany, quien ha reconocido a Levante-EMV que el primer día estaba «totalmente desubicada». «No estábamos preparadas para esto», indica la fallera, que también es trabajadora del ayuntamiento. «En las primeras horas fue muy duro pero, una vez se anunció una posible fecha, me quedé más tranquila porque mi preocupación era que se hubieran suspendido y no volvieran a celebrarse», indica, si bien en su municipio todavía no se ha adoptado la decisión sobre la fecha concreta para volver a organizar los festejos. «Aún así y pasado ese primer momento, lo entiendo perfectamente porque el motivo para aplazar las Fallas es lo bastante importante y si esta medida sirve para salvar vidas, tenemos que apoyarla todos», esgrime la fallera mayor. Galán es consciente de que la parte más afectada no son las comisiones. «Egoístamente, el golpe al sentimiento fallero ha sido fuerte pero si te paras a pensar, ves quiénes realmente lo van a sufrir: los artistas, las floristerías y otros sectores», expresa. Por ello, el miércoles por la mañana contactó con la florista que iba a confeccionar su ramo del día de la ofrenda y se ofreció a comprarlo. «Me dijo que ella aún no había hecho el encargo de flor y que no hacía falta pero he visto anuncios en redes sociales de otros negocios de València que ofrecen ramos para cubrir el coste y voy a comprar los que pueda para ayudarles en este bache. Siempre tienes sitios donde llevarlos», indica.

En Aldaia, la fallera mayor Andrés Sánchez también reconoce que ha sido «un palo» el aplazamiento. «Yo estaba en casa ya de vacaciones y, de repente, se te trastocan los planes. Después de todo un año, esperas estos días con mucha ilusión y, de la noche a la mañana, te lo quitan todo», manifiesta. No obstante, la fallera reconoce que «el motivo es un tema muy importante, más de lo que al principio» ella misma pensaba. Sánchez ha regresado al trabajo, en el sector farmacéutico, donde se ha encontrado también con una avalancha de tareas que apenas le han permitido pensar en si tratará de recuperar su ramo.

Por su parte, en Paterna, la fallera mayor Yaiza Villalón Gómez desvela que «ha sido realmente duro» ya que nunca pensó que se llegaría al extremo de suspender. «Pero es una medida necesaria porque si no fuera así, no se habrían tomado medidas tan drásticas», valora. Reconoce, como el resto, que del shock del primer día, pasó a la esperanza cuando el Ayuntamiento de València anunció la posible celebración en julio. «Hemos pasado a ver el lado bueno. No nos importará pasar calor si al final tenemos todos nuestros actos. Cuando finalmente se celebren, serán unas fallas especiales. Las Fallas del 2020 no se van a olvidar nunca».

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