La pandemia del coronavirus obligó la pasada semana a cancelar la celebración de las fallas y aplazarlas al mes de julio. Pero a quien se resiste a no disfrutar de las fiestas josefinas en pleno marzo. El domingo, una vecina de Torrent se plantó el traje de valenciana y acompañada de su perro, uno de los motivos por los que se puede uno desplazar por la vía pública, recorrió varias calles adyacentes a la avinguda al Vedat, saludando incluso a los que sorprendidos, se asomaban a sus balcones para ver esta Ofrenda individual.

La propia vecina justifica antes de comenzar el desfile que como se puede salir a la calle para pasear al perro, "voy a hacerlo con mi traje de fallera". De hecho, el can, un dálmata, luce pañuelo fallero a juego.