El confinamiento por la crisis del coronavirus y el cierre de establecimientos por orden gubernamental dejará un agujero económico en el sector comercial de l'Horta, en cuyos pueblos y ciudades hay una fuerte implantación de pequeños negocios urbanos. Por ello, los comercios han comenzado a activar mecanismos como el reparto a domicilio y las compras online, un sistema que algunos tenían aunque como complemento a su actividad habitual.

En Alaquàs, la asociación de comerciantes CAdA ha informado desde su servicio de Whatsapp de que muchos establecimientos no han podido "levantar la persiana desde hace más de una semana", lo que tendrá graves consecuencias para su economía y se ha generado "miedo" en las plantillas y las familias.

No obstante, en CAdA indican que el hecho de no tener abierto no ha mantenido parados a los asociados y asociadas ya que algunos de ellos forman parte de las redes de voluntariado que realiza compras de comida y medicamentos a personas mayores y hay negocios que han donado material textil para que se puedan confeccionar mascarillas.

En la asociación recalcan que "los compañeros y compañeras que sí abren cada mañana" porque son sectores que deben hacerlo, "están exponiendo su salud para seguir dando servicio, producto fresco y de cercanía, gestionando las colas, procurando que todo el mundo guarde la distancia de seguridad".

"Tras cada comercio, tras cada comerciante, hay personas que se han propuesto luchar desde la solidaridad y participando activamente en nuestra comunidad", defienden en CAdA.