Una manera de prevenir la COVID-19 es mantener una higiene adecuada —en las manos sobre todo— y para aquellas personas más expuestas, la máscara puede suponer una barrera ante el contagio. Pero hay carencia de este material y mucha ciudadanía que quiere ayudar, han cogido aguja e hilo para confeccionar máscaras caseras que, aunque no cuentan con materiales homologados, pueden suponer un extra de seguridad contra el virus.

Así, en Albal, una red de 20 personas solidarias ha iniciado un proyecto para confeccionar mascarillas. La iniciativa partió de Amparo Murgui que junto el albalenca Susana Sánchez y Teresa de Gracia han creado un equipo entre las cuales se encuentran miembros del colectivo Ensarta l"Aguja.

El lote, que ha sumado 1.500 máscaras, se ha distribuido a diferentes instituciones como Policías Locales, Bomberos de València, residencias de ancianos —entre la cual se encuentra la Residencia Municipal Antonio y Julio Muñoz Genovés de Albal—, empresas de desinfección y el área de cirugía pediátrica del Hospital La Fe de València.

Se está confeccionando otra tanda para proteger a todas aquellas personas que trabajan sin descanso para acabar con la pandemia.