Nçingún mayor de 65 años estará desatendido en Silla. Eso es lo que se ha propuesto el ayuntamiento al poner en marcha desde hoy, coordinado por Servicios Sociales, un equipo de trabajo formado por seis personas para hacer un seguimiento telefónico continuado a toda la población mayor de 65 años y paliar todos sus déficits tanto emocionales como físicos durante el confinamiento obligatorio al decretarse el Estado de Alarma por la pandemia del Covid-19.

"Tenemos unas 3.000 personas mayores de 65 años en Silla, un colectivo de riesgo de contagio, y queremos asegurarnos que están bien y ayudarles en todo lo posible", explica el alcalde de Silla, Vicente Zaragozá, quien asegura que esta medida ha sido muy bien acogida tanto por los beneficiarios como por las familias y vecinos de esos mayores que viven solos.

El equipo de trabajo esta formado por seis personas, entre los que se encuentran psicólogos y gente formada, que desde sus casas llaman por teléfonos a los mayores de 65 años y les hacen un test preguntándoles sobre sus necesidades físicas, es decir, si necesitan que les hagan la compra de alimentos o de medicamentos, pero "también se intenta comprobar el estado de ánimo, se les resuelven las dudas que tengan y se les informa de los servicios municipales que tenemos disponibles para ayudarles y a los que muchas veces no tienen accesos al carecer de internet o no manejar las redes sociales", señala Zaragozá.