La corporación de Albal ha celebrado este lunes de Pascua un pleno extraordinario a través de vídeo conferencia en el que se han analizado las distintas medidas que el consistorio ha ido poniendo en marcha desde que estalló la crisis sanitaria por el coronavirus y se declaró el estado de alarma por el Gobierno central.

En el orden del día se incluían algunos de los decretos de alcaldía que respaldaban algunas de las medidas que se han adoptado y también las delegaciones de funciones correspondientes. Además, el pleno ha ratificado las contrataciones que tuvieron que hacerse y cuya competencia recaía en la corporación.

También en la sesión se ha dado cuenta oficial de la apertura del cuartel de la Guardia Civil, hace unas semanas, después de estar 10 años el edificio cerrado y desocupado. El inmueble se construyó por el consistorio y también se equipó pero un cambio de planes en el Gobierno dejó el edificio inutilizado. Las negociaciones del consistorio con la delegación del Gobierno y el Ministerio del Interior han permitido que finalmente se ponga en marcha.

Otro de los asuntos que se ha abordado es una moción de Avant Albal para otorgar subvenciones a las fallas "por la suspensión y el aplazamiento de la fiesta".

Críticas del alcalde

En la parte final de la sesión, el alcalde Ramón Marí ha insistido en que él no era partidario de convocar una sesión que entiende que no hacía falta porque "no ha servido para resolver nada" y los diversos grupos de la oposición ya tenen información directa de la crisis a través de las juntas de portavoces que se convocan en las que se facilitan los datos actualizados y se pueden formular preguntas. "He sido magnánimo, posiblemente por haber estado muchos años en la oposición", ha recalcado el socialista Marí.