En pleno cinturón metropolitano de València, entre los municipios de Alfafar y Sedaví, existe un pequeño núcleo de casitas, con entidad y ayuntamiento propio, Llocnou de la Corona, en el que apenas viven 120 personas, distribuidas en siete calles. Con una población que, en más de un 70% supera los 70 años de edad, el municipio está saliendo adelante en esta crisis gracias a la solidaridad vecinal y también al apoyo económico y de recursos que le prestan los consistorios del entorno, el de Sedaví, que dirige el socialista José Francisco Cabanes, y el de Alfafar, con el popular Juan Ramón Adsuara al frente, además de otras ayudas y prestaciones de la Diputació de València y la Mancomunitat de l'Horta Sud
Llocnou de la Corona solo tiene dos personas funcionarias que además están realizando teletrabajo desde el inicio del confinamiento. Por ello, ante acciones como el reparto de mascarillas, tienen que ser la alcaldessa popular, Paqui Llopis, y los ediles de la corporación, los que se encargan de forma directa. En Llocnou de la Corona gobierna un acuerdo de PP y PSOE, de forma que los cinco ediles componen el gobierno.
«Lo primeros que hicimos fue comprobar que la gente mayor estaba atendida y vimos que todos tiene a su hija, hijo o sobrino, que viven al lado o enfrente. Ellos les hacen las compras de alimentos o medicamentos e incluso los llevan al médico si ha hecho falta», explica la alcaldesa.
Desde que se inició el confinamiento, Llopis ha tenido tres o cuatro ocasiones de hablar personalmente con cada ciudadano, a través de los repartos de mascarillas. Primero, ella y los ediles entregaron las suministradas por el Ayuntamiento de Sedaví;después llegaron las de la Diputació; también hubo una tercera entreha proveniente de Alfafar, y ahora el pueblo está a la espera de recibir las adquiridas conjuntamente por la Mancomunitat de l'Horta Sud para la comarca. «La gente está siendo ejemplar, cumple las normas y no sale de casa», valora la alcaldesa.