El Ayuntamiento de Almàssera, desde sus concejalías de Agricultura y de Seguridad Ciudadana, ha apelado a la responsabilidad y el civismo de la ciudadanía que acude como es la huerta de manera numerosa a disfrutar de aire puro y un paisaje agrario de gran belleza.

El consistorio es consciente de que, aunque se trate de una minoría, se están provocando daños en los cultivos de temporada, principalmente cebollas, chufas, calabazas y patatas, lo que se ha puesto en conocimiento de la policía local y se ha iniciado una campaña tanto de concienciación como de control y sanción de estos comportamientos.

El regidor de Agricultura, Joan-Carles Jover, ha informado de que "la policía está alerta de pequeños hurtos, sobre todo en las hileras más próximas a los caminos, e incluso pisadas y destrozos tanto de personas como de animales domésticos que obligan los agricultores a acometer labores de reparación".

Jover añade que con la Ley de l'Horta "se han podido mejorar las condiciones jurídicas y de defensa de los agricultores y agricultoras, quienes son, realmente, los que preservan este paisaje periurbano de l'Horta". "No vayamos a consentir que aquello que ha tenido un coste y ha supuesto un esfuerzo se eche a perder por cuatro sinvergüenzas", alerta.

Para el consistorio, la crisis del Covid-19 ha vuelto a posar de manifiesto "la importancia esencial y estratégica de la agricultura y la necesidad de garantizar tanto su rentabilidad social y económica como un reconocimiento social cabe este elemento medioambiental y cultural".

Por su parte, la concejala de Seguridad Ciudadana, Beatriz Garde, quiere recordar a la sociedad las normas en las zonas de huerta durante los paseos y rutas de ejercicio, e incide en que no está permitido llevar animales sueltos y que hay que recoger sus excrementos; no está permitido entrar en los campos ni salirse de las sendas o caminos; no está permitido coger productos agrarios sin el permiso explícito y por escrito del propietario; y tampoco está permitido el depósito de cualquier tipo de desechos no relacionados con la explotación agrícola.

Garde explica la importancia, para la correcta convivencia, de respetar y cuidar el trabajo y el esfuerzo de los labradores para sacar adelante la producción agrícola, incluso en la peores condiciones sanitarias como esta. "La huerta constituye un patrimonio cultural de primera magnitud y sobre él descansa gran parte de la historia del pueblo de Almàssera", concluye.