El Club Atletisme Puçol disputaba una temporada de diez hasta la llegada de la pandemia; una fuerte sacudida a todos los niveles que, para unos atletas locales con fantásticas perspectivas, ha supuesto una enorme desilusión. No sin antes conseguir unas cuantas medallas a nivel provincial y autonómico, y un destacable sexto puesto en el Campeonato de España de Atletismo.

Los días 10 y 11 de enero, varios atletas locales obtuvieron muy buenos resultados en el Campeonato Provincial de Atletismo Sub18 y Sub20. Entre ellos, Vicent Bueno, con un oro en la prueba de 60 metros lisos; Pau Ortega, con dos platas —en la misma prueba y en salto de longitud— y Clara Izquierdo, con una medalla de bronce en los 400 metros lisos.

Otros deportistas del club también finalizaron en esta competición con buenas sensaciones y posiciones finalistas, como Luca Porcio, Ángela Devís, Aroa Badillo y Nuria García. En definitiva, todo un éxito que les abría las puertas para disputar el Campeonato Autonómico Individual Absoluto.

Este último se celebró el 15 de febrero en el Velódromo Luis Puig de València y también brindó unas cuantas alegrías: la plata absoluta para Mariola Sebastián, un segundo puesto en la semifinal de María Chiara... Además, Vicent Bueno alcanzó una marca excelente en la final absoluta, «que le dejó a cuatro centésimas del campeonato de España sub20 y le reafirmó como el séptimo atleta más rápido a nivel absoluto en la Comunidad Valenciana», explica orgulloso Jacinto Gonzálvez, su entrenador.

Pero no quisieron despedirse de febrero sin antes volver a conseguir nuevas alegrías para el deporte local. Y es que, tan solo dos semanas después, sumaron tres medallas más —dos oros y un bronce— a nivel autonómico, lo que dio al club el pase para el Campeonato de España Máster de Pista Cubierta en Antequera, Málaga. «¡Más no se puede pedir!», señalaba orgulloso Gonzálvez ante tal hazaña.

Pero los atletas fueron a por más. Y allí, entre los días 6 y 8 de marzo en Antequera, lograron cerrar tal conjunto de éxitos con un muy, muy satisfactorio sexto puesto para Joaquín Izquierdo, que le daba un pase para el siguiente nacional; un logro muy destacable para un deportista que se encontraba debutando a nivel nacional.

«Su actuación en la final de 400 metros lisos fue absolutamente magnífica», apunta Gonzálvez: «Una carrera planteada para remontar en la recta final y ganar». Esta última, no obstante, se quedó algo corta, lo que impidió al atleta continuar remontando posiciones y quedarse, finalmente, con la sexta posición: «Le faltaron unos 15 metros para ganar», destaca Gonzálvez.

En definitiva y ante la suspensión de la temporada debido a la crisis de la Covid-19, el Club Atletisme Puçol se pudo despedir satisfactoriamente de un invierno repleto de éxitos. Y lo ha hecho con la ilusión de que, cuando todo vuelva a la normalidad, los deportistas hayan recuperado su estado físico previo al confinamiento para continuar destacando de pista en pista.

«Estaban consiguiendo muy buenos resultados y se ha quedado todo paralizado... Luego imagino que empezará todo de cero», lamenta Pepa Claramunt, presidenta del club, destacando que muchos deportistas estaban en su mejor momento: «Cuesta volver a encontrarse como estaban, como mínimo, dos o tres meses para alcanzar un nivel aceptable, pero creemos que la mayoría lo cogerá con muchas ganas cuando se retome».

Y es que el confinamiento no solo afecta a los deportistas a nivel físico, sino también psicológico. Para paliar ambos efectos, los entrenadores del club han ido enviando distintos ejercicios para hacer en casa, la mayoría para trabajar la fuerza, con el objetivo de evitar el deterioro de los músculos. «Pero correr hace muchísima falta... Si alguien podía usar una máquina de correr era un puntazo que no veas, pero la mayoría no tiene».

Desde el 2 de mayo, al fin, los miembros del Club Atletisme Puçol —al igual que el resto de deportistas— pueden pisar la calle y comenzar a retomar su forma. La mayoría, por el Camí La Mar, porque «aunque no es una pista, el terreno es plano y blando, no tan duro como el asfalto», apunta Claramunt.

La situación de crisis también ha supuesto la suspensión de una liguilla que cada año se realizaba en la mancomunidad de la Horta Nord; un circuito de carreras puntuables que se habría inaugurado en Puçol el 4 de abril y que, tras 12 carreras por todos los municipios, habría finalizado en noviembre. «Todos los años hemos quedado primeros o segundos, tanto chicos como chicas, y este año también prometía, pero no ha podido ser».

En definitiva, eran muchos los objetivos del club para esta temporada, desde aumentar en número de integrantes y afianzar la proyección de quienes ya están, hasta lograr la clasificación de varios atletas para el Campeonato de España y otras jornadas de liga de primera división. E, incluso, dar apoyo al equipo femenino del cual el club es filial para el ascenso a División de Honor —máximo nivel del atletismo—. «Lo ideal sería poder cerrar los ojos y que, al abrirlos, nada de esto hubiera pasado, porque ha afectado mucho al club y, por supuesto, a todos los niveles fuera del deporte», concluye Pepa Claramunt.