El mercado extraordinario de los miércoles de Burjassot, tal como estaba previsto para la fase 1 del plan de desescalada del Gobierno, incrementó ayer el número de paradas respecto a la 0 (eran 12) y, «de manera excepcional», cambió su ubicación habitual en la plaza del Ayuntamiento, por otra más amplia, el paseo del Rajolar y calles adyacentes, para «garantizar las medidas de seguridad necesarias» tanto a vendedores como a clientes.

Además de los puestos de productos de alimentación y de primera necesidad, el mercadillo acogió paradas de otros sectores como los de la ropa, la marroquinería y la cosmética. Según fuentes municipales, en total «montaron 60 comercios», es decir «un 50%» de los 120 que el mercadillo reunía antes de la pandemia. En lo sucesivo, los puestos del mercadillo "se alternarán semanalmente". Este miércoles empezaron las paradas impares.

Antes de la apertura la Brigada Municipal de Obras delimitó el recinto con vallas y diseñó un circuito. Asimismo los usuarios tuvieron a su disposición gel desinfectante y papeleras. A lo largo de la jornada, desde las 9 hasta las 14 horas, Protección Civil ayudó con todo tipo de indicaciones.

La afluencia de personal fue notable pero también es innegable la considerable distancia que hay entre la plaza del Ayuntamiento y la del Rajolar, junto al barrio de las 613 Viviendas y el campus de la Universitat de València.