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El franquismo que amordazó l'Horta Nord

La comarca sufrió más de 1.000 procesamientos en dos meses y algunas matanzas a manos para celebrar victorias nazis

Autoridades franquistas en Tavernes Blanques. eixam edicions

La represión aplicada durante las primeras décadas de la dictadura franquista se cobró en l'Horta Nord cientos de vidas aunque no fue la única que se ejerció. Además de purgas y fusilamientos, hubo una violencioa «simbólica», no tan explícita, con la intención de «socializar el terror», que se aplicó a las familias de los represaliados, especialmente a las mujeres, que sufrieron humillaciones públicas (les rapaban el pelo o las obligaban a limpiar iglesias y sedes de la Falange), algunas de ellas de madrugada.

Así se recoge en el estudio que ha elaborado el investigador y profesor de Geografía e Historia, Pau Pérez Duato, y que forma parte del primer volumen «La postguerra a les comarques valencianes». La publicación se presentó esta semana en un acto telemático, en el que, además de Pérez, participó Álex Gutiérrez, que ha documentado la represión en la partida judicial de Xàtiva. Presentó el acto el diputado de Memoria Histórica, Ramiro Rivera, quien insistió en que todavía queda mucho por saber del período que va de la Segunda República hasta el final del franquismo.

Pau Pérez ha analizado las 22 causas generales de municipios de l'Horta Nord, a excepción de Paterna que «merece un estudio independiente» por ser el segundo punto de España en número de fusilamientos y fosas comunes en su cementerio. Además, ha contado con 60 testimonios orales de personas que vivieron en primera persona los episodios o relatados por aquellos que los sufrieron.

En el estudio se pone de manifiesto que la primera consecuencia del franquismo fue que las familias poderosas de otras épocas, que habían perdido influencia durante la Segunda República, volvieron a controlar los ayuntamientos. De hecho, 16 de los 22 alcaldes ya tenían antepasados que lo habían sido. Con alguna excepción, como el alcalde de Moncada («medió para salvar la vida de mucha gente», explicó Pérez), fueron ellos los que lideraron la represión, que comenzó con la purga del funcionariado y luego pasó a los juicios sumarísimos. En apenas dos meses, hubo en los 22 municipios de l'Horta Nord estudiados más de 1.000 procesados.

Pero la violencia no solo se ejerció de fora institucionalizada ya que el estudio recoge episodios en los que, coincidiendo con triunfos nazis en la segunda guerra mundial o el aniversario de la victoria franquista, hubo matanzas en Puçol (12 personas), en el Puig (9) o en Godella (6). En total perdieron la vida 305 personas en los 22 pueblos en los procesos y en estos actos, que se sumaban a los 236 que la violencia republicana descontrolada había provocado en los primeros años de la guerra civil.

El trabajo repasa también los cambios políticos y sociales desde el inicio del siglo XX como el mítin que acabó en batalla campal de Blasco Ibáñez en Almàssera, la huelga en Vinalesa de 1919, el pucherazo en las municipales de 1931 en Alboraia, la huelga en la Yutera de Foios de 1932 convocada por la CNT y seguida por más de 1.000 trabajadores o el sabotaje del expreso Barcelona-Sevilla que descarriló en el Puig.

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