El exaparejador del Ayuntamiento de Quart de Poblet cumplirá dos años de prisión por acelerar licencias entre los años 2011 y 2015 a cambio de unas comisiones totales de 62.000 euros que le abonaba un ingeniero, también condenado. Fue la propia alcaldesa de Quart, Carmen Martínez, la que acudió a la fiscalía al tener sospechas del delito y posteriormente fue detenido.

Así consta en la sentencia de conformidad, en la que se condena a este funcionario de carrera por un delito continuado de negociaciones prohibidas a funcionarios públicos. Junto a la pena de prisión, se le impone una multa de 15.000 euros y cuatro años de inhabilitación para empleo o cargo público relacionado con la función pública de ámbito local.

Por su parte, su colaborador, el ingeniero ha aceptado nueve meses de prisión, que se sustituirán por una multa de 4.320 euros; otra multa de 2.880 euros; y dos años de inhabilitación para el ejercicio de cargo pública. Se le ha aplicado la circunstancia atenuante de confesión.

El exaparejador ocupaba el cargo de técnico del departamento de Urbanismo de Quart de Poblet, mientras que el otro acusado era un ingeniero al que conoció en una operación. Según la sentencia, idearon un plan para que el primero derivase al segundo a personas que deseaban pedir licencias urbanísticas en el municipio, de tal manera que este último le diese la mitad de lo que facturase.

Se conocieron en 2002 y empezaron a tener una relación laboral habitual. Fruto de ella, el exaparejador le propuso al ingeniero que hiciera proyectos para Licencias de Actividad, inicialmente en las localidades de Mislata y Aldaia, facturando cada uno su parte del trabajo. A partir de 2011 y hasta principios de 2015, y siendo el aparejador conocedor de la incompatibilidad como funcionario de intervenir en asuntos de Quart de Poblet que se tramitasen en Urbanismo, le propuso al ingeniero un proyecto de licencia y le dio un contacto.

El exaparejador indicó al ingeniero que sería él quien tendría que facturar, dada su incompatibilidad, y que le debería entregar la mitad del dinero cobrado. El técnico accedió a cambio a de aumentar sus ingresos. De esta forma, el exaparejador remitía los clientes al ingeniero, éste hacía el trabajo y le entregaba la mitad de la facturación a su compañero, que a cambio aceleraba la tramitación de los expedientes. Esta operativa se prolongó hasta principios de 2015, coincidiendo en el tiempo con el relevo del exaparejador de su cargo ante informaciones sobre su actuación que habían recibido responsables municipales.

De la información remitida por el Ayuntamiento de Quart de Poblet se desprende que el ingeniero, pese a no ser de la localidad y encontrarse su despacho en Alcàsser, fue el técnico que más proyectos presentó --22 expedientes--, la mayoría de ellos en el año 2014. Así, los expedientes que se tramitaban en su despacho eran resueltos en tiempo récord en relación con los que no tenían origen allí. Las "desproporciones" eran: 131 días frente a 1.343 o 1.215 días, recoge como ejemplos la sentencia de conformidad.

En total, el exaparejador obtuvo a raíz de su actividad delictiva, aprovechando su puesto de funcionario en Quart, un beneficio ilícito de 62.000 euros, exactamente la mitad de la facturación --124.000 euros-- que el ingeniero realizó a sus diferentes clientes que tenían que solicitar las licencias en el ayuntamiento.