El primer acto municipal de homenaje a las víctimas del coronavirus en él área metropolitana arrancó ayer cuando el sol comenzaba a ponerse en l'Hort de Trènor. Como en otras grandes tragedias colectivas que han impactado en la ciudad (véase el accidente de metro), el Ayuntamiento de Torrent quiso trasladar a las personas afectadas y a sus familias que aquellos que se han ido quedarán en el recuerdo.

La emotiva ceremonia se celebró con el público cumpliendo la distancia de seguridad y utilizando mascarillas. En el escenario estaba colocada la escultura que el artista local José Martínez ha donado para la ocasión.

El alcalde de Torrent, Jesús Ros, recordó a los 55 vecinos y vecinas que han perdido la vida por un virus que ha dejado alrededor de 300 personas infectadas en la localidad,una de las más afectadas en los inicios de la pandemia en territorio valenciano.

En la presentación del acto, el exconcejal del ayuntamiento y actual director de À Punt, Alfred Costa, incidió en la falsa seguridad en la que vivía la sociedad antes de la crisis de la Covid-19 y pidió un minuto de silencio por las personas fallecidas. Costa recalcó algunos de los valores que han aflorado en la pandemia, como el respeto a las personas mayores, principales víctimas del virus. «Todas las vidas son igual de valiosas y poner en la balanza economía y vida es repugnante», esgrimió el periodista para recordar además a las familias vulnerables, que son «el talón de Aquiles del estado de bienestar».

Impotencia en Santa Elena

El Centro de mayores Santa Elena, un espacio de referencia en la ciudad y punto de visita habitual de numerosos colectivos, estuvo muy presente en el acto de anoche, puesto que fue el lugar de uno de los brotes más agresivos en la Comunitat Valenciana. Allí murieron al menos 22 personas y se contagiaron muchos trabajadores, como la propia directora desde hace cuatro años, Ana Santos. La profesional defendió que la ceremonia «era muy necesaria» por las personas que han fallecido y por las actuaciones «heroicas» de muchos sectores. Con voz temblorosa, reconoció que, en los primeros tiempos, actuaron en «condiciones sobrehumanas». «Rabia, ira, incomprensión, impotencia y tristeza» son algunos de los sentimientos que experimentó el personal durante las duras semanas de la fase más crítica, cuando el principal apoyo eran sus familias y las de las personas residentes pero también el de las instituciones y la propia ciudad, con muchos gestos.

El alcalde, Jesús Ros, también dedicó buena parte de su intervención a ensalzar la labor de las personas que trabajan en servicios esenciales. «Con este acto queremos reconocer, recordar y agradecer», manifestó. «Estaban ahí toda la vida», pero «ha tenido que pasar esta gran crisis» para que la sociedad visualizara su papel, ahondó el munícipe. Ente todos ellos, Ros destacó el papel de las plantillas de las 22 residencias que hay en la ciudad por su actitud «valiente» y, especialmente, a las trabajadoras y trabajadores sanitarios.

«Todo esto ha pasado mientras estábamos encerrados, sin la posibilidad de mirarnos a la cara, sin poder acompañar al padre o la madre que se iban», expresó el alcalde, para valorar que la ciudad «ha dado un ejemplo» a la hora de afrontar el problema. Aunque con tono esperanzador, Ros recordó que la crisis no ha pasado y emplazó a seguir extremando las precauciones, además de defender que la pandemia y el confinamiento han puesto en valor los «pequeños detalles de las relaciones interpersonales, que hacen que la vida sea más humana». El alcalde quiso pedir disculpas «por si en algún momento de estos casi 100 días de pandemia, el ayuntamiento no ha estado a la altura».

El acto reúne al tejido social y político

El acto de homenaje a las víctimas del coronavirus reunió ayer en Torrent a buena parte del tejido social y político. Entre el público se encontraban los exalcaldes Josep Bresó (PSPV) y María José Català (PP), además de Amparo Folgado, que estaba en el escenario como actual portavoz del PP. La soprano aldaiera Saray García y el tenor torrentino Pascual Andreu interpretaron «Nessu Dorma», de la ópera Turandot de Puccini, un emotivo tema que se ha convertido durante la pandemia en un pequeño himno, ya que ambos lo cantaron desde su ventana para su vecindario y ha formado parte de sus primeras actuaciones en la calle en Aldaia. García también recitó el poema de Mario Benedetti

«No te rindas».