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Iniciativa

El arte resiste al confinamiento

El alumnado del Centre d'Arts i Oficis d'Aldaia realiza por iniciativa propia obras que se recogerán en una exposición solidaria

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Arte en la Escola d’Arts i Oficis d’Aldaia

El 15 de marzo se decretó el estado de alarma lo que obligaba a cerrar escuelas y a confinarse a la mayoría de ciudadanos. Una de las afectadas fue el centre d'arts i oficis d'Aldaia. Una escuela que en la actualidad cuenta con más de 200 alumnos dirigidos por un grupo de profesores titulados y especializados en las distintas materias que en él se imparten: dibujo y pintura para niños y adultos, manualidades, cerámica y restauración de muebles. Fundado en 1947, este centro es todo un referente y nunca se había visto en la tesitura de tener que dejar sin terminar los cursos impartidos.

La vocación, sin embargo, no entiende de coronavirus y confinamientos y es por eso que sin pedir «deberes» los profesores del centro empezaron a recibir fotografías de las obras realizadas por sus alumnos para que las corrigiera. Así lo cuenta una de estas profesoras, Marta Tárrega: «Si cerramos las clases en marzo, al poco tiempo empecé a recibir de forma voluntaria dibujos de mis alumnos para que se los corrigiera e hice un grupo con todos ellos», señala.

Sin embargo poco a poco se fueron sumando más alumnos, no solo de dibujo y pintura sino del resto de disciplinas.

El efecto llamada

«Paralelamente yo participaba en un grupo de asociaciones de Aldaia, y cada asociación debía realizar un vídeo de cosas relacionadas co su centro y yo pensé en aprovechar estos dibujos para hacer varios vídeos, y lo subí a las redes», señala Tárrega.

Eso hizo que se produjese una especie de efecto llamada y al ver el vídeo muchos empezaron a sumarse a la iniciativa y hacer más trabajos hasta llegar a 55 participantes. «Algunos me llamaban diciendo que no podían salir de casa y que no tenían material, yo les daba ideas como pintar con café o utilizar papel de periódico», recuerda.

Después del primer video le siguieron otros tantos, a cada cual con obras más variopintas y de mayor calidad. «Ellos mismos, al ver las otras obras, se motivaban», apunta.

Una «competición sana» que fue a salvación para muchos alumnos y alumnas, sobre todo para los más mayores. «Me llamaban desesperados, llorando, sobre todo los jubilados, porque ellos estaban 4 horas en el taller y se había convertido en su rutina, en sus ganas de salir de casa y se lo quitaron de golpe, y al animarse a hacer obras y corregirlos se sentían de nuevo otra vez activos y no pierden el contacto con la escuela», confiesa Marta Tárrega.

La Covid-19, presente

Las obras presentadas son variopintas, de diferentes estilos, técnicas y temáticas, «aunque inevitablemente el coronavirus y sus consecuencias , como el encierro en casa están presentes y se evidencian en el estado de ánimo de los autores de los trabajos», apunta la profesora.

Así, hay lienzos que retratan a enfermeros y médicos, muchos de los personajes están mirando por la ventana, o están tristes. «También hay muchos trabajos sobre besos y abrazos, donde se refleja la necesidad de poder realizar estas acciones», añade, incluso algunos se atreve a reinterpretar obras maestras como «La Joven de la Perla», llorando y con mascarilla.

En condiciones normales, todas estas obras realizadas durante las clases se expondrían en una exposición conjunto que sirva para clausurar el curso. Debido a las restricciones para evitar contagios, esta exposición no se ha podido realizar pero si que desde Cáritas transmitieron a Marta Tárrega el interés por realizar una exposición con fines solidarios. «trasladé la petición al alumnado ya que son ellos los que deben dar permiso o no para utilizar sus obras y a todos les parecía una gran idea y más cuando el dinero recaudado vaya destinado a Cáritas». Aunque aún es una idea que está gestándose, «la intención es que la exposición se pudiera realizar en septiembre-octubre».

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