El Partido Popular vuelve a la alcaldía de Massalfassar. Lo hace cinco años después de que Compromís y PSOE formaran un bipartito de siete concejales tras los comicios de 2015, acabando con la hegemonía de 24 años de los populares al frente del consistorio, de la mano de Joaquín Soler. Ahora, el PP empuña de nuevo la vara de mando gracias a una moción de censura junto con Cs y Demòcrates Valencians, para, curiosidades de la vida, echar a un Compromís en minoría, que apenas ha durado un año de la legislatura 2019-2023.

En un pleno con un aforo limitado de 30 personas -más de medio centenar se quedó en la calle-, los seis votos de PP, Cs y Demòcrates Valencians -el nuevo equipo de gobierno- fueron suficientes para consumar este lunes la moción que los tres partidos habían presentado hace quince días para destituir al alcalde Joan Morant, con solo cuatro ediles. El regidor del PSOE, Ismael Gimeno, votó a favor del cambio de alcaldía.

En el turno de intervenciones, Álvaro Montañés, el nuevo alcalde, defendió la moción de censura argumentando que se trata de un «instrumento previsto en la ley de régimen electoral, legítimo y constructivo» pues «representa una alternativa y una oportunidad para cambiar las cosas». El edil popular explicó que planteaban la iniciativa debido al «desgobierno» del pueblo por la «gestión ineficaz» del equipo de Compromís, que «ni siquiera ha podido aprobar unos presupuestos». Pese a todo, Montañés aseguró que la moción de censura «no va ni contra Joan Morant, ni contra Compromís», sino por Massalfassar, que «necesita un cambio de rumbo». En este sentido, recordó que dejaron a Morant gobernar «por ser la lista más votada, pero ha perdido la confianza y ha desperdiciado el tiempo».

El ya alcalde señaló que los seis concejales del nuevo gobierno -PP, 2; Cs, 3; Demòcrates 1-representan «más votos y ediles que los que tiene Compromís» y «representamos a más de la mitad del pueblo, esa que Compromís ha ignorado y que aunque no le haya votado, usted es su alcalde». Montañés anunció que Massalfassar «necesita un gobierno fuerte y estable, que dé respuestas a las necesidades de los vecinos, y el suyo (mirando a Morant) era débil». Por eso, admitió que las tres formaciones han dejado a un lado «intereses partidistas y personales» para «unirnos por el bien común del pueblo, por el que trabajaremos con diálogo y sin personalismo». Así, recalcó que «hay otra manera de gobernar, sin sectarismos ni censuras a gente que no comparte sus ideas. Ustedes no han sabido perder».

Primera misión: presupuestos

De cara al futuro, el alcalde anunció que lo primero que harán será confeccionar unos presupuestos «que respondan a las necesidades de los vecinos y potencien la economía local» y tratar de eliminar «la deuda de más de 60.000 euros que nos dejan».

Por su parte, Joan Morant, calificó al nuevo ejecutivo de Frankenstein y preguntó si «tener tres alcaldes en una legislatura es por el bien del pueblo». El dirigente de Compromís apuntó al voto clave de Demòcrates -Carles Fontestad fue alcalde de Compromís la pasada legislatura y militante nacionalista durante años hasta que tras un conflicto con Morant dejó Compromís y logró un concejal en 2019-, cuestionando «qué habrá conseguido a cambio de su voto» e ironizando que «igual lo hace solo por principios y coherencia política». Morant defendió su año de gestión, pese a «no tener secretario los ocho primeros meses y cuando lo tuvimos nos llegó una crisis sanitaria mundial». Así, dijo que se marcha con un nuevo centro de salud, una gestora para la escoleta, la renovación de las instalaciones deportivas y la recuperación de la arena de la playa. El dirigente de Compromís recordó que instauró las Comisiones Informativas para aumentar la participación y la transparencia y "fue usado por la oposición para tener acceso a la documentación y bloquar la gestión".

Motant se marcha agradeciendo "la confianza de los 470 vecinos que nos hicieron la lista más votada de Massalfassar" y con la "positividad de haber podido disfrutar de una de las experiencias vitales de la vida al poder trabajar para nuestro pueblo".

Sorprendete fue la intervención de Ismael Gimeno (PSOE) que se alineó con los impulsores de la moción, tras revelar que declinó formar parte del gobierno de Morant porque no tendría sueldo y porque el ya exalcalde no acudió a él para negociar los presupuestos, como «sí buscó a PP y Cs». Gimeno recriminó a Morant que «te ha salido mal la jugada y lo pagas políticamente».

Desde Cs, Higinio Yuste -será alcalde los dos últimos años de legislatura- se comprometió a «gobernar desde la unión y la cooperación» un Massalfassar que «necesita un gobierno fuerte que le dé estabilidad y garantice una gobernabilidad eficaz para mejorarlo». "El nuevo equipo de gobierno es una conjugación perfecta para gestionar el municipio", aseguró Yuste, quien destacó que "conocemos nuestro pueblo y sabemos cuáles son sus necesidades".

Además, Yuste aseveró que "Massalfassar requería un cambio ante un gobierno débil e inactivo. Nos pusimos a disposición del alcalde, sobre todo durante la pandemia, y ni nos ha contestado", argumentó, al tiempo que explicó que "es imposible salir de esta crisis sin unos nuevos presupuestos".

En la misma línea, el edil indicó que "no solo no se ha contado con la oposición en el último año sino que el ya exalcalde incluso ha llegado a insultarnos en los plenos". Por todo esto, defendió, "esta moción de censura es un acto de responsabilidad para con nuestro pueblo".

La votación (7-4) dio la alcaldía a Álvaro Montañés, que recibió la vara de mando de Joan Morant, previo ligero apretón de manos y ante el aplauso de afines, tanto dentro como fuera de la sala.