Pasar del número 1 de la calle Albal de Silla al número 21, hasta ahora costaba diez minutos en coche. No porque la calle sea inmensamente larga, sino porque este vial se encuentra dividido por las vías del tren y la única forma de poder cruzar al otro lado era desplazarse en automóvil por alguno de los tres pasos inferiores de los que dispone la localidad para salvar esta barrera ferroviaria. Eso sí, siempre que no llueva fuertemente y no se inunden estos túneles, lo que dejaba aisladaa esta parte del vecindario del barrio el Rajolar.
Una situación que dejará de repetirse a principios de 2021, fecha en la que está prevista la recepción de las obras de la nueva pasarela ferroviaria, cuyos trabajos finalizaron la pasada noche.
La pasarela elevada, que se ha construido frente a la Escuela de Personas Adultas, será totalmente cubierta y acristalada, y contará con rampas y dos ascensores para permitir la accesibilidad.
«Esta solución, recomendada por ADIF, es la que cuenta con más garantías de seguridad peatonal y, además, permite la conexión de las dos partes del pueblo separadas por las vías del tren facilitando, especialmente en caso de inundación de los pasos inferiores, la rápida actuación de la Policía y los operarios municipales. Así también se evitará que la gente se quede aislada», explican desde el ayuntamiento.
Con la obra se cumple así con una reivindicación histórica de los vecinos de esa zona. «Antes, para poder ir a un supermercado que tenían a escasos metros, tenían que coger el coche y pasar por el túnel más cercano. Como mínimo tardaban entre 10-15 minutos para algo que no les costará más de un par de minutos andando a través de la pasarela», explica el alcalde de Silla, Vicente Zaragozà.
Las previsiones del ayuntamiento de Silla son recepcionar la obra a principios del 2021, una vez las calles estén debidamente iluminadas y señalizadas. «por lo tanto, se recuerda a la ciudadanía que hasta ese momento el paso por la zona está prohibido», señala Zaragozà.
Proyecto retomado tras un parón
Esta pasarela ha sido ejecutada por la Agrupación de Interés Urbanístico el Rajolar, a la que pertenece el Ayuntamiento de Silla con un 10%, dentro de un proyecto de urbanización que se retomó a principios de 2019 después de más de 8 años parado.
Fue concretamente en el pleno de diciembre de 2018 cuando se aprobó volver a retomar las obras de este nuevo barrio, que está situado en la otra parte de la calle de Albal, junto con el núcleo del Molí de Magalló. En la zona, el ayuntamiento preveía la construcción tanto en el Rajolar como en l'Alteró 2, de unas 500 viviendas públicas.
Un construcción de viviendas asociada a zonas verdes que están esperando, desde hace tiempo, los vecinos de la zona, que se han cansado de protestar por los graves problemas de plagas de insectos y de suciedad causados por los arbustos secos que el viento esparcía por toda la zona, producidos por estas parcelas abandonadas que sucumbieron a la crisis a la espera de ser urbanizadas.
