La playa de Meliana se ha converido en otra opción tranquila y familiar para pasar los días de verano en la época de crisis sanitaria motivada por la Covid-19. Fuentes municipales indican que la distanciación social entre las personas usuarias y los diferentes grupos o familias está funcionando sin aglomeraciones.

Cómo destaca la concejala de Medio Ambiente, Rosa Peris, "por la ubicación, la amplitud de la zona de arena y la distribución de los espacios, como aparcamientos o accesos, se trata de una playa fácil de gestionar y dónde también es fácil mantener las distancias». Así, solo se ha tenido que restringir el acceso con vehículo en momentos muy concretos algún domingo y en hora punta cuando se han saturado las zonas de aparcamiento. El acceso a pie o en bicicleta no ha sufrido ninguna restricción.

Además, la playa cuenta con servicio de vigilancia y socorristas, diferentes accesos a la arena, varios lavapies, numerosos puntos de recogida de residuos, aparcabicis y paneles informativos.

Este año el consistorio ha destinado nueve personas por turno a tareas de limpieza, información y ordenación y vigilancia, además de las cuatro personas jóvenes contratadas por la Generalitat.