Ha pasado mes y medio desde que una moción de censura impulsada por PP, Cs y Demócrates Valencians echara de la alcaldía de Massalfassar a Compromís, que gobernaba en minoría con cuatro ediles. Mes y medio también desde que se hiciera visible el gran enfrentamiento entre el único concejal socialista, Ismael Gimeno, y su ejecutiva local, al decidir éste, de forma unilateral, votar a favor de la moción en contra de los estatutos del PSOE.
Desde aquel pleno, el partido socialista abrió expediente de expulsión a Ismael Gimeno por falta muy grave. Expediente que sigue sin resolverse por parte de Ferraz, y cuyo resultado espera la nueva secretaria general del PSPV de Massalfassar, Esther Puntero, elegida en asamblea el 29 de julio.
La incertidumbre de saber si Gimeno va a poner a disposición del partido el acta de concejal o si, sin embargo, la va a mantener y pasará al grupo de no adscritos hace difícil comenzar la reestructuración del partido en la localidad.«Sabemos que el expediente sigue en marcha y, aunque no hay resolución, debido a la gravedad de la falta, se acometerá la expulsión. Esperemos que Ismael devuelva el acta al partido. Si no lo hace, acudiremos a todos los plenos como público y seguiremos haciendo oposición. Ya hemos comunicado al gobierno que él no representa al partido y que sus decisiones son a nivel personal y no acordadas por la junta», explica. De hecho la junta en bloque dimitió al mes de las elecciones ya que Gimeno votó en contra de todas las propuestas de Compromís pese a que había un pacto, y «todo porque él quería recibir un sueldo y en el partido acordamos que no era necesario», explica Puntero, quien asume «que fue un error el apoyar su candidatura en 2019».
