La estatua sedente de Vicent Andrés Estellés, situada en la plaza del Ayuntamiento de Burjassot, apareció este martes al mediodía portando mascarilla quirúrgica. ¿Quién se la colocó? Nadie lo sabe. Como es obvio, no se trata de ningún acto vandálico. Ciertamente, desde su instalación en abril de 2007, la imagen ha sufrido algunas agresiones; pero este no es el caso. De hecho, en otras ocasiones, el bronce del poeta -obra de la escultora Teresa Cháfer- ya se ha visto adornado, en un espacio de tiempo muy corto, con algún motivo generalmente de carácter reivindicativo o conmemorativo.

Así, formando parte de 'photocalls' feministas en señaladas fechas -com el 8 de Marzo-, parte de la figura se ha cubierto con un pañuelo violeta de la lucha por la igualdad de género. También los escolares que visitan la Ruta Estellés, al hacerse fotografías de recuerdo, a veces añaden -evidentemente sin causar daño a la estatua- algún emblema del centro educativo donde estudian. Una gorra corporativa, por ejemplo. Nada que ver con acciones incívicas; al contrario, la educación y la cultura siempre por delante.

Ahora vivimos tiempos de coronavirus y de prevención para acabar con la pandemia. Con su mascarilla de color azul, sencilla -como la mayoría de las que utiliza la gente del pueblo-, la imagen de Vicent Andrés Estellés 'se ha sumado' así a la campaña del "póntela, pónsela" que autoridades y colectivos de todo el mundo vienen promoviendo, como una medida necesaria más de seguridad, para superar cuanto antes esta crisis sanitaria que tanto está afectando a la sociedad y su economía.