La falta de conciliación era la conversación que se podía escuchar en las puertas de los colegios de Catarroja, después de que Larrodé haya decidido durante este mes suprimir tanto la matinera como el comedor, lo que obliga a muchos padres y madres trabajadoras a buscarse alternativas y tener que tirar de los abuelos pese a que muchos querían evitar el contacto con los mayores debido a su mayor vulnerabilidad ante el virus.

Lo mismo le ha pasado a muchas familias del CEIP Joan XXIII que dejaban a sus hijos a las 8 en el bus escolar que hace cinco días el ayuntamiento decidió suprimir, lo que ha obligado a muchos a dejarlos en la matinera y a coger el coche para llevar a los niños al colegio. El consistorio precisamente ha habilitado un solar como parking justo al lado dll colegio, aunque su estado -de tierra y con la señalítica de entrada y salida hecha a mano- ha sido criticada por alguno de sus nuevos usuarios.