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Sector servicios

"Las empresas están más preparadas pero dependerá de la evolución de la pandemia"

Las organizaciones empresariales afrontan el curso con sensación de mejoría pero con el temor de que una segunda ola sería fatal - Solicitan que los ERTE sigan vigentes en paralelo a la crisis sanitaria para la viabilidad de las mercantiles

"Las empresas están más preparadas pero dependerá de la evolución de la pandemia"

La primera mitad del ejercicio para la economía de l´Horta, con los números en la mano, no ha sido bueno, al perder 1.200 empresas respecto al primer trimestre de 2019, y 827, sobre el segundo del año anterior. Los principales dirigentes de áreas industriales y de la comarca analizan el impacto de la pandemia en los municipios y vislumbran las perspectivas para los últimos meses de 2020.

El gerente de la Federación de Polígonos Industriales de la C. Valenciana (Fepeval), Diego Romá, reconoce que las áreas de l´Horta «han sufrido en la pandemia, como todas», pero sostiene que la actividad «se ha mantenido, aunque la facturación ha caído, evidentemente, pero están aguantando y se están comportando realmente bien».

El dirigente empresarial afirma que la industria «es más estable a nivel de empleo que otros sectores» pese a que reconoce que el impacto de la pandemia «ha sido duro y lo sigue siendo» y las empresas «están aguantando el tipo». De cara al nuevo curso, Romá apunta que «hay muchas ganas de pasar página y de tirar hacia adelante, y acostumbrarnos a vivir con esto, adaptándonos a esta situación de pandemia y seguir luchando, más preparados que antes y con más experiencia que en marzo, que fue un auténtico mazazo para todos».

Por su parte, Joaquín Ballester, gerente de la asociación de empresarios Fuente del Jarro, señala que la «pérdida de empresas en estos meses ha sido mínima -solo once de enero a agosto-, tanto en el sector productivo industrial, agrícola o logístico. Otra cosa son empresas vinculas al sector del ocio del turismo y sus auxiliares». Ballester resume que el polígono «está bastante lleno y la actividad es constante». Y pone como ejemplo el sector terciario, que «ha vuelto a la normalidad e incluso con alguna alta». De hecho, apunta el gerente de Asivalco, en el último mes han recibido media docena de peticiones de información para nuevas instalaciones de empresa, la última ayer mismo, buscando una campa de unos 3.000 metros cuadrados.

Joaquín Ballester señala que «ahora estamos más preparados pero va a depender de la evolución de la pandemia. Hay voluntad de que no se pare, pero algunos sectores se pueden ver afectados por el cierre de otros, al ser suministradores».

Laura Català, directiva de la Asociación Empresarial de Torrent, analiza que las empresas que «han caído en los últimos meses, lo han hecho porque ya arrastraban problemas, y si no hubiera sido ahora, hubiera sido más adelante». Haciendo un símil, comenta, «es lo mismo que le ha sucedido a muchas personas que fallecieron por la covid-19: ya tenían patologías previas.». El problema, indica Catalá, «vendrá en los próximos meses, ya que muchas empresas han subsistido gracias a los créditos ICO, que de momento no están pagando al haber una moratoria. Si en los próximos meses se agrava la pandemia o las empresas no remontan la facturación, no van a poder hacer frente a esos créditos y acabaran despidiendo personas, algunos no podrán hacerlo si se han acogido a un ERTE, o pidiendo el concurso de acreedores».

Además, advierte del miedo a un segundo rebrote por el aislamiento de niños, que afecte a los padres y madres y a sus puestos de trabajo en empresas, «causando cuellos de botella, retrasos y otras incidencias que generen pérdidas a las empresas por daños colaterales, ya que en la industria no se puede teletrabajar», concluye Laura Català.

Desde la Asociación Empresarial de Catarroja, su presidenta Inma Vela, admite que «todas las empresas se han visto afectadas por la pandemia, ya que, esto funciona como una cadena, si falla una, afecta al resto». Vela recuerda que los ERTE «han sido una ayuda muy útil», pero apunta que «deben ir en paralelo a la evolución de la pandemia, ya que sin ellos, mucho empresarios se verán abocados al cierre». En este sentido, la presidenta de AECA critica que las ayudas a los autónomos han sido «muy deficitarias». De cara a los próximos meses, Inma Vela asegura que lo primero es «ver cómo evoluciona la pandemia» y para ello «apela a la responsabilidad individual para evitar repuntes». La dirigente de AECA afirma que «lo importantes será lo que se decida respecto a las ayudas de Europa». Y apunta una propuesta: «Deberían participar en el reparto de fondos las comunidades autónomas, en función del tipo de empresas, ya que, por ejemplo, en la C. Valenciana más del 90% son pymes y micropymes, y hay que estudiar muy bien dónde va a ir a parar las ayudas».

El comercio gana clientela

El sector servicios ha sido el mas afectado durante los seis primeros meses del año. Ha pasado de las 14.655 empresas en junio de 2019 a las 14.007 de este ejercicio. Tras el confinamiento, los establecimientos han empezado a ver la luz. Lo explica Silvia Muñoz, de la Plataforma pel Comerç Valencià. «Hubo un pico elevado de consumo en las dos o tres primeras semanas y luego empezó a estabilizarse. Ahora tenemos un nivel entre aceptable y bueno, mejor que en los meses de pandemia», señala. Muñoz considera que el comercio está «yendo bien porque se ha hecho un gran esfuerzo durante el confinamiento por dar servicio al publico de manera presencial o online». La profesional indica que también les ha favorecido «no depender del turismo, sino de los vecinos. Esta circunstancia ha hecho que el comercio tenga un repunte de demanda en público que antes no tenía y ahora sí por la calidad, perdiendo ese prejuicio de que el comercio local es caro». Muñoz insiste en que los residentes de cada barrio «perciben más seguridad en un comercio de barrio por sus medidas de higiene y mayor control, respetando más las medidas de salud, huyendo de las aglomeraciones de otras superficies».

En este sentido, resalta que el pequeño comercio «es el más interesado en que todo vaya bien, para evitar una cadena de contagios que le afecte a él, a su barrio y a su municipio». Respecto a los cierres, desde la Plataforma pel Comerç Valencià aseguran que se han producido «pocos cierres» y algunos de ellos «precipitados, más por el miedo que por una decisión racional». En cuanto al futuro, Silvia Muñoz señala que a las expectativas «le acompaña la incertidumbre, tanto en salud como en economía, sobre todo, porque si aumenta el desempleo bajará la demanda de consumo», pero «tenemos la confianza de que los clientes van a seguir apostando por el comercio de proximidad».

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