Cuando se quiere algo de verdad, solamente hay que ir a por ello. Es el caso de Carlos Ruiz, el atleta de Foios; fue a por su sueño como mejor lo sabe hacer: corriendo. ¡Y de qué manera! 19 días de carrera, 1.036 kilómetros hechos, una media de 55 kilómetros al día, un total de 14 etapas. unas tierras por donde correr- desde Bayona hasta Finisterre-unas piernas fuertes, un corazón enorme, tres sorpresas de visitas de amigos y más de 4.000 euros recaudados para una buena causa: la investigación para la diabetes a través de la Fundación Española Diabetescero. Carlos ha contado con la página web www.migranodearena.org de donaciones y desde donde el foiero contaba sus experiencias. Tiene 34 años y corre desde hace diez. Ha hecho cientos de carreras de altletismo, triatlon, y pruebas de montañas de ultrafondo, entre otras. Ruiz relata a Levante-EMV que todo lo que le ha pasado, «ha sido mucho más bonito» de lo que yo jamás pensó. «Empezando por el apoyo de cientos de personas y amigos, la gente que me he ido encontrando por el camino que han sido personas bondadosas al cien por cien; los paisajes, el crecimiento personal que he tenido, mis ganas de correr.
Todo ha sido increíble», expresa. Aun así , al ser una aventura tan extrema, Ruiz ha tenido algún que otro bajón o incluso la inconveniencia al tener cerca de la etapa 11 mucho dolor en una de sus rodillas. Pero en su cabeza no estaba planeado abandonar. «Ahí me asusté porque, claro, si me falla la rodilla y todos los dÍas debía de correr un mínimo 50 kilómetros, imaginate. Me temí lo peor pero gracias a gente fabulosa, encontré un fisioterapeuta que me atendió y me asesoró. Uno de los días tuve que hacer la etapa andando para que la rodilla no se resintiera pero finalmente mejoró y pude seguir y menos mal que me pasó ya casi acabando», narra el atleta. Al mismo tiempo, este vecino asegura entusiasmado y con un brillo especial en sus ojos que la visita de sus amigos le dio «un chute espectacular y una fuerza para acabar perfectamente».
También tuvo sorpresas de su hermano y de algún amigo más. «No me lo podía creer entrando en el albergue después de 12 horas corriendo, agotado y ya en los últimos días de esta aventura, verlos así, de la nada, cantando una canción del himno de la patrona de nuestra localidad, como si estuviéramos en la misma plaza de Foios, fue increíble, quedé por minutos en shock. Al día siguiente hicieron una de las ultima etapas conmigo», recuerda. Carlos relata que «ha sido una experiencia maravillosa». «He estado yo sólo con mis limites, con mis pensamientos, he visto unos paisajes hermosos, unas ciudades increíbles y todo esto haciéndolo con mi mayor pasión: correr. He estado todo el tiempo en una nube», reflexiona. Ruiz recuerda con pasión todo el recorrido realizado durante el Camino de Santiago. «Correr las zonas de montañas y acantilados que es lo que más me gusta, pero sin embargo fue muy duro para mí aunque lo llevé adelante y desde luego entrar en Santiago de Compostela, ese momento justo ese, tampoco se me olvidará jamás. Fue muy significativo e importante para mí», matiza. Carlos Ruiz ya está en Foios, con un aire de autenticidad, y muestra en su rostro una felicidad absoluta. Por ello concluye: "Estoy muy contento de haber podido recaudar más de 4.000 euros para la investigación de la diabetes y haber podido sumar ese granito de arena entre todos». Ahora toca descansar y quien sabe si en un tiempo sorprenderá con algún otro reto.
