El juzgado de lo social nº18 de València ha reconocido a un empleado interino del Ayuntamiento de Manises, su condición de trabajador fijo después de que aprobara un concurso en 2004 pero el consistorio no declarase su fijeza.

Según reza la sentencia a la que ha tenido acceso este diario, el trabajador en cuestión encadenó entre diciembre de 2000 y de 2003 hasta cuatro contratos con el ayuntamiento. Se trataba de contratos por “obra o servicio determinado” o “eventual por circunstancias de la producción”. Los primeros fueron como auxiliar administrativo en labores como la inserción laboral o en la Fundación Municipal de Cultura y Juventud. Ya en 2003, su ocupación pasó a ser conserje a tiempo completo en el Centro del Carmen. En enero de 2004 firmaba su última vinculación contractual hasta la actualidad: un contrato de interinidad con la categoría profesional de conserje a tiempo completo para “cubrir temporalmente un puesto de trabajo durante el proceso de selección, para su cobertura definitiva”.

Meses antes de esa firma, en septiembre de 2003, el trabajador aprobó una convocatoria de contratación laboral de interior de cuatro puestos de conserje de edificios municipales por el sistema de baremación de méritos y experiencia, proceso que acabó impugnado y anulado. Por ello, en marzo de 2004, el empleado participó y aprobó de una nueva convocatoria para la provisión, nuevamente con carácter interino, de cuatro plazas de conserje de la plantilla fija del ayuntamiento, pero esta vez mediante el sistema de concurso-oposición.

Muchos años después de aquel concurso, concretamente en mayo de 2019, el trabajador presentó un contencioso ante el Juzgado de lo Social de València, en la que reclama que se declare su condición de empleado fijo, al haber superado un proceso selectivo, o que de manera subsidiaria, se le declare como indefinido no fijo. Su demanda, apoyada en el pronunciamiento del Tribunal Europeo de meses antes, se basaba en que pasados cuatro años de su interinidad el consistorio no había sacado a concurso su plaza de manera definitiva, y por tanto, su contratación fue fraudulenta.

Ahora, el juez ha aceptado la demanda del trabajador y ha sancionado al ayuntamiento a que lo declare como empelado fijo, al considerar que en el caso del conserje sí hubo un proceso selectivo que superó.

El propio afectado explica que desde el pronunciamiento de Europa al respecto, los juzgados están sancionando a los ayuntamientos por prolongar la interinidad de los empleados, aunque cada juez decide una cosa: bien la fijeza o una indemnización económica. En el caso del empleado de Manises ha sido la sanción ha sido la fijeza, primera de estas características en la provincia de València. El ayuntamiento recurrirá el fallo.