Pese a pasar un septiembre bastante seco, los municipios de l’Horta Sud situados en torno a un barranco siguen mirando al cielo esperando que no se produzca la temible gota fría. Municipios como Catarroja, Massanassa, Paiporta, Aldaia o Torrent han hecho los deberes y han limpiado y desbrozado el lecho y el entorno del cauce en su tramo urbano, además de realizar otras medidas como limpieza de alcantarillas y drenajes dentro de los respectivos planes municipales para prever inundaciones.
Sin embargo, esas medidas no dan la tranquilidad absoluta a los municipios puesto que el problema está en los tramos interurbanos donde los consistorios no tienen competencia, ya que esta es de la Confederación Hidrográfica del Júcar. «¿Qué pasa aguas arriba? ¿Quién nos asegura que todos estos árboles que hay en el lecho en esas zonas cuando llegue a los ojos del puente de Catarroja, no se acumulen y hagan parada?, No es la primera vez que ha pasado», recuerda el alcalde de Catarroja, Jesús Monzó (Compromís), quien explica que hay informes del arquitecto municipal de Catarroja y Massanassa, que advierten que la fuerza de los árboles en los ojos de los puentes pueden crear problemas.
Inquietud que también comparte el alcalde de Massanassa, Paco Comes (PP), localidad también atravesada por el barranco de Chiva. «Nosotros hemos limpiado nuestra parte del cauce, también el sistema de alcantarillado, pero el problema no solo está en las inundaciones sino que al final toda esta agua desemboca en el Parc Natural de l’Albufera y puede generar problemas medioambientales. Debería haber una preocupación general de todas las administraciones por la limpieza del barranco, no solo de los ayuntamientos que solo podemos actuar sobre nuestros tramos urbanos», explica Comes.
La CHJ, a consulta de este periódico, sigue defendiendo que es competencia de los ayuntamientos el mantener y limpiar los barrancos por los tramos urbanos -aunque para ello necesitan la autorización de la CHJ que tarda meses en llegar- y asegura que las actuaciones realizadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar en materia de gestión del riesgo de inundación, en los barrancos que pasan por la comarca de l’Horta, se concretan «en dirigir los trabajos de redacción y revisión, cada 6 años, del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI), así como su divulgación. Dentro de ese plan, la CHJ «ejecutar las tareas de mantenimiento y conservación de cauces, consistentes en la retirada de elementos obstructivos, todo ello en tramos no urbanos, y nunca cuando se trata de la limpieza de obras de paso, que corresponden a las administraciones titulares».
Aldaia actúa en el lecho de la Saleta a la espera del gran proyecto de encauzamiento
Uno de los puntos críticos de inundaciones asociadas a un barranco en la comarca de l’Horta Sud es Aldaia y, por extensión, los municipios de su entorno. El barranco de la Saleta atraviesa el casco urbano y queda sin encauzar en el punto donde se cruza con las vías del tren. El consistorio realizó hace varias semanas tareas de limpieza, tanto de la vegetación como de vertidos diversos en el tramo urbano para evitar que la acumulación áctúe como agravante en el caso de una crecida por fuertes lluvias. Para ello, el consistorio tuvo que pedir permiso a la Confederación Hidrográfica del Júcar el pasado enero, ya que la autorización no es inmediata sino que, en ocasiones, tarda varios meses. El municipio lleva años a la espera de la ejecución de un proyecto integral que desviaría agua en el tramo anterior al casco urbano y en el posterior. La obra más inmediata prevista es el revestimiento del cunetón que, hace dos años, se construyó para evacuar caudal al barranco de Torrent. Informa: Laura Sena
