Desesperado. Así se encuentra Lisandro Salazar, vecino de Catarroja, al ver como él, con una fuerte lumbalgia que le impide trabajar, y su mujer, que tiene una discapacidad reconocida del 60% se pueden quedar en la calle al no poder abonar el alquiler social de 200 euros porque su cuenta ha sido embargada por no pagar una multa de fotorrojos de 2016.

Se trata de una víctima más de los fotorrojos instalados por la Mancomunitat de l’Horta Sud y que fueron retirados en febrero de 2019 al terminarse el contrato y que se han cebado sobre todo en Catarroja, donde más cámaras habían instaladas en los semáforos. Una de ellos «pilló» a Lisandro, que sin embargo se enteró de que tenía una multa sin pagar de 240 euros del año 2016 cuando le llegó una notificación del banco diciéndole que el poco dinero que tenía en la cuenta le había sido embargado. El problema radica en que los únicos 400 euros que Lisandro recibe como pensión por su baja laboral por enfermedad del llegan justos para pagar los 200 € del alquiler social de su vivienda, que tuvo que ofrecer al banco en dación de pago al no poder seguir pagando la hipoteca tras más de 20 años haciéndolo, más los recibos de luz, agua y gastos de comida. Una situación que hizo que los servicios sociales del Ayuntamiento de Catarroja le considerasen una persona en riesgo de exclusión social. «El banco me notificó que había sido devuelto el recibo del alquiler social y ya me avisaron que si no pago puedo perder la vivienda», explica este vecino de Catarroja, que llamó a la Mancomunitat en busca de explicación, ya que desde el ayuntamiento le aseguraron que debido a su condición estaba exento de pagar la multa. De hecho mandaron su informe de riesgo de exclusión con los movimientos de su cuenta del último año. La Mancomunitat ha explicado a este diario que Lisandro «no cumple con los requisitos marcados» y le piden que ponga una reclamación. Y es que, según cuenta Lisandro, «aparecen en mi cuenta unos ingresos extras, pero no son tales. Lo que pasa es que yo cuando cobro los 400 € saco el dinero y luego, conforme llegan los recibos voy ingresando para pagarlos, y esos ingresos son los que me cuenta la Mancomunitat. Este mes no los he sacado y me han embargado, y no sé de qué voy a vivir. Esto es una injusticia, una mafia que se ceba con los más pobres », denuncia Lisandro.