Albal ha inyectado 412.000 euros para paliar los efectos de la crisis, a través de la ayuda social y de emergencia y volcándose con un grupo, especialmente castigado, como son los autónomos y el sector de la restauración. En una primera fase, el municipio gobernado por Ramón Marí ha destinado 110.000 euros a ayudas directas a 122 autónomos y pymes. Un total de 1.000 euros ha recibido cada comercio que haya cerrado durante el estado de alarma y 500 aquellos que han acreditado una facturación de un 40% menos que en el mismo periodo del año anterior. Esta ayuda ya ha sido remitida a los solicitantes y se ha sufragado, en parte, con el Fondo de Cooperación de la Diputación.