Han pasado cuatro meses desde que Rubén Rodríguez presentó su dimisión como alcalde de Bonrepòs i Mirambell. Lo hizo después de que una trabajadora municipal tramitase ante la Comisión de Igualdad una denuncia por presunto acoso. Ahora, el que fue primer edil socialista ha presentado un acto de Conciliación ante el Juez de Paz, previo paso a interponer una querella contra la actual alcaldesa, Raquel Ramiro, y los tres concejales que entonces formaban parte del gobierno en minoría, Jesús Raga, Carmen Laso y José Manuel Alberich. Rubén Rodríguez denuncia haber sido sometido a un «juicio paralelo», sin tener en cuenta la presunción de inocencia ni dejarle dar su versión y según él, obligándole a dimitir.

« Un lunes 20 de Julio por la tarde, en una reunión del equipo de gobierno, me clavaron cuatro cuchillos. Según ellos un problema inaguantable, una situación en la cual ellos estaban horrorizados, indignados y tenía yo que tomar una decisión, para ser más claro, me invitaban a dimitir. Una presión que también la sufrí de instancias mayores del PSPV- PSOE de la comarca. Me arrinconaron, me sometieron a un juicio paralelo y llegue a una situación horrible, cayendo en una fuerte depresión», explica Rubén Rodríguez a Levante-EMV.

Según él, su presunción de inocencia «saltó por los aires. «No importaba mi versión, ni la querían escuchar. No se atendía a mi intención de saber qué pasaba, quién se había quejado de mí, por qué, cómo, cuándo. Lo único que les importaba era que dejara la alcaldía», denuncia.

Una versión que no comparte la alcaldesa de Bonrepòs, Raquel Ramiro, quien asegura que en ningún momento le obligaron a dimitir. «Miente y lo sabe. A un concejal o alcalde nadie le puede obligar a dimitir, sólo un juez en sentencia firme puede inhabilitarle y obligarle a dejar el cargo. Él compareció voluntariamente y dimitió ante el secretario del ayuntamiento. Así que, de ningún modo, puede decir que se le coaccionó u obligó a hacerlo», replica. Ramiro, sin embargo, reconoce que, de haber seguido en el cargo, ella «hubiera dado un paso atrás. «Tras la denuncia de una empleada del ayuntamiento interpuesta contra él ante la mesa de Igualdad, no podíamos permanecer impasibles», insiste.

Ramiro afirma que «no se trata de un hecho aislado» y que ya se habían dado otras situaciones «donde se había generado una desconfianza» de ella y de sus compañeros con el alcalde.

En la celebración de la Comisión de Igualdad, que aún sigue en marcha, se produjo otro punto de enfrentamiento. «Solicité por registro de entrada en el ayuntamiento el documento para que me dijeran de qué se me acusaba, ya que en la mesa de Igualdad en la cual la alcaldesa es la concejala del área, nunca se me citó», asegura Rodríguez. Algo que desmiente la alcaldesa, que afirma «que se le comunicó y rechazó comparecer».

Dimisión de la agrupación

Aunque Rodríguez dimitió como alcalde, no lo hizo como secretario general del PSPV de Bonrepòs. Sin embargo, el exalcalde afirma que se enteró de la dimisión del comité local y de la creación de una Junta Gestora a través de un mensaje de WhatsApp. «Recibo un Whatsapp el 30 de octubre donde veo para mi sorpresa que, con nocturnidad y alevosía, presentaron la dimisión seis personas del comité local, con lo cual la ejecutiva nacional creó una gestora para la agrupación de Bonrepòs i Mirambell sin yo tener conocimiento como secretario general y sin tener en cuenta el respeto de la situación emocional en la que me encontraba; no les importaba como estaba», afirma.

Raquel Ramiro, sin embargo, afirma que, tras la dimisión como alcalde, intentaron contactar con él por teléfono pero no atendía llamadas. «¿Pero cómo iba a coger el teléfono si estaba hundido? Me di cuenta que tenía a los enemigos a mi lado. Ahora estoy en manos de un gran abogado que me guía en recuperar mi dignidad, mi honor y mantener que la buena política es posible. Y la justicia pondrá a cada no en su sitio», señala Rodríguez, quien no duda en calificar a sus antiguos compañeros como «un equipo de gobierno donde no les importa destruir a un compañero» lo que tilda de «política mafiosa» .

Desde el PSPV, que no quieren dar detalles de lo ocurrido hasta que no se resuelva la mesa de Igualdad, aseguran que no entran a juzgar «si hay responsabilidad penal o no en sus actos» ya que eso corresponderá determinarlo «a las autoridades». «A nosotros nos corresponde la valoración política, y es que un alcalde socialista debe de tener una conducta impecable e irreprochable, lo cual no ha sido el caso», concluyen.

La Comisión de Igualdad aún no ha resuelto el caso

La dimisión del alcalde de Bonrepòs i Mirambell, Rubén Rodríguez, se produjo el 22 de julio de 2020 después de una denuncia por acoso de una mujer que estaba trabajando con una beca en el ayuntamiento. La denuncia se hizo ante la Comisión de Igualdad, que decidió abrir una investigación para resolver el caso. Según apunta la propia alcaldesa, pese a haber pasado ya cuatro meses de la denuncia, aún no se ha resuelto. «Esperamos poder convocar la mesa de Igualdad la próxima semana para poder emitir ya una resolución oficial», afirma. En cuanto al motivo del retraso, explica que «se decidió que la mesa no era paritaria y hubo que esperar a la llegada de una técnica de Igualdad , que no llegó hasta finales de septiembre y se tuvo que poner al día en el caso».

Según defiende el propio Rubén Rodríguez, el motivo de la denuncia que él desconoció y obtuvo a través de un registro de entrada solicitado al ayuntamiento, fue por un mensaje que envió a la trabajadora. «Envié una foto que realicé desde la puerta de mi despacho al puesto de información municipal y una frase que acompañaba la foto y que ponía: ‘que bien te queda’, en referencia al puesto, que no era su puesto habitual».

Ese mensaje fue enseñado por la trabajadora a la concejala de Igualdad, que en este caso es Raquel Ramiro. La Comisión de Igualdad activó el protocolo y esa misma mañana se reunió para estudiar el caso, donde la propia trabajadora compareció para exponer los hechos.

Apenas 48 horas después, el PSPV local anunciaba la dimisión de Rubén Rodríguez como alcalde, horas antes de celebrarse el pleno ordinario donde ya no apareció. El propio secretario general de los socialistas en l’Horta Nord y exdelegado del Gobierno , Juan Carlos Fulgencio, reconoció entonces que agradecía que Rodríguez aceptara sus recomendaciones y optara por dimitir.

Tras su renuncia, Raquel Ramiro paso a ser la alcaldesa y el acta socialista de Rubén Rodríguez la ocupó Irene Martínez.