Rafelbunyol, calle Mayor. Son las 9 horas, pasadas. Dos operarios inician el montaje de un andamio, frente a la fachada de la iglesia de Sant Antoni. Solo hay dos medios de comunicación en ese instante. Dos mujeres pasean por la acera y al ver la escena preguntan en voz alta: «¿Qué pasa? ¿Van a quitar las campanas?». «No, señora. Van a retirar el mural», le responde el periodista. «¡Qué vergüenza¡ Eso ha estado ahí toda la vida y no hace daño a nadie», replica. Casi al instante, un hombre mira con asombro a los trabajadores y sabe de su cometido. «Ya era hora», exclama.

Así transcurrió buena parte de la jornada de ayer, en la que el Ayuntamiento de Rafelbunyol iniciaba la retirada del mural franquista dedicado a los «caídos». La decisión municipal, adelantada a primera hora por levante-emv.com, está avalada por dos sentencias, la última firme por parte del TSJ hace un año, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. El mural está compuesto por 39 nombres de vecinos asesinados en los primeros meses de la guerra civil, junto a una cruz y expresiones como «José Antonio Primo de Rivera ¡Presente!» y «caídos por Dios y por la Patria».

Tras doce meses en los que el consistorio ha solicitado varios informes jurídicos y patrimoniales, además de permiso a la parroquia, la empresa encargada de extraer el mosáico cerámico comenzó su actuación, con un coste de unos 24.000 euros, subvencionados por Generalitat y Diputación. El arquitecto del proyecto explicaba que deben retirar con cuidado las piezas, ya que la sentencia obliga a devolver el mural a los familiares.

Por tanto, se realizará una labor de reparación para retornarlo casi idéntico a cómo estaba hasta ahora. Primero, se destruirá el marco de hormigón para, posteriormente, quitar los azulejos, aunque es probable que con el mortero que los sujetaba. Ya en el taller se restaurarán. Los familiares lo depositarán en la iglesia, hasta encontrar una ubicación definitiva.

Mientras los operarios seguían con el montaje del andamio, familiares y vecinos pasaban y contemplaban el «día histórico», como lo calificaba el alcalde, Fran López. «Cumplimos con lo que acordó el pleno de Rafelbunyol en 2016, pero que el contencioso de los familiares ha retrasado, y ahora que la sentencia (TSJ) ha sido firme, podemos actuar», indicaba el dirigente socialista.

Rafelbunyol retira el mural franquista dedicado a los "caídos"

Rafelbunyol retira el mural franquista dedicado a los "caídos" M. Á. Montesinos

Los corrillos y comentarios seguían en torno a la retirada del panel. El «¿y eso lo quitan ahora después de tanto tiempo?», «ya ves tú, qué daño hace eso ahí» o un lejano «Viva a Franco» desde un coche en marcha, contrastaban con el «ya era hora», «no me lo creo que lo vayan a quitar» o el «viva la República» de un vecino que inmortalizó los trabajos con su móvil y salió a toda velocidad en su coche. La cosa no pasó de ahí. Incluso, el propio arquitecto trataba de calmar a algún exaltado.

Pasadas las doce del mediodía, una lona cubría por completo el andamio para preservar los trabajos. «Queremos que se realicen en la más estricta intimidad. Al final, ahí están los nombres de 39 vecinos del pueblo, y sus familiares merecen respeto y el cuidado con el que se van a realizar las obras», resaltaba el alcalde.

«Hoy se ha materializado el inicio de una normalidad que debería haber comenzado con la transición, no cuarenta años después». Lo dice Santi Vallés, presidente de la Asociación de Familiares de Víctimas de la Fosa 113 del Cementerio de Paterna, donde de los 50 cadáveres recuperados, una docena son de vecinos de Rafelbunyol, la población con más fusilados en esa cavidad.

Vallés recordaba que «buena parte de nuestros asociados han estado reivindicando durante años que ese mural debía retirarse. Era una ignominia que siguiera expuesto en la vía pública, y en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica ahora se logra cierta reparación», comentaba. El presidente de los familiares aseguraba que «no tenemos odio ni venganza contra nadie y apostamos por una normalidad democrática, y eso pasaba por la retirada del panel, un vestigio del pasado y no un testimonio del presente. Por tanto, es una gran noticia, recibida con mucha ilusión por las familias de Rafelbunyol».

«Si nuestro señor ha querido que esto debía acabar así, hay que aceptarlo»

Vicenta Castellar es la portavoz de la asociación de familiares del panel de los caídos. Acompañada de otras mujeres, acudió a primera hora para ver los trabajos. La resignación por tener asumida la retirada del mural, no mitigaba el dolor por haber llegado el día. «Nos han enseñado a no tener odio y, si nuestro señor ha querido que esto debía acabar así, hay que aceptarlo», afirmaba. «Hemos estado luchando para que esto no pasara, hemos planteado alternativas, como quitar la exaltación política, pero no han querido y las cosas han venido asÍ», resumía. Pese a todo, Vicenta insistía en que «eso es historia de Rafelbunyol, pero si lo quieren borrar...». El abuelo de Luis, de 68 años, es uno de los 39 fallecidos. Apoyado en la pared y con los ojos vidriosos, contemplaba los trabajos. «Acatamos la ley y lo asumimos con mucho dolor, pero no aceptamos cómo lo han hecho», decía. Susi tiene a su bisabuelo inscrito en el mural. «No entiendo por qué tienen que quitar el mural», reconocía.