El alcalde de Rocafort, Guillermo José, ha renunciado a la alcaldía del municipio durante un periodo de mes y medio por motivos laborales y personales, según consta en el decreto firmado por él mismo.
Según ha explicado el alcalde a este diario, necesita tomarse un tiempo para poder hacer frente a dos cuestiones importantes «al 100%», tanto a nivel laboral como a nivel personal, donde tiene a algún familiar muy directo con problemas de salud. De ahí que Guillermo José haya querido tomarse unos días, concretamente del 2 de diciembre al 17 de enero- para atender estas cuestiones. Cabe señalar que el mandatario naranja no tiene dedicación exclusiva, y por tanto solo percibe retribuciones por asistir a juntas de gobierno y plenos.
La intención del dirigente de Ciudadanos, tal como reza el decreto de ausencia, era delegar la alcaldía en Agustín Aliaga, concejal del Partido Popular, por ser el primer teniente de alcalde. En este sentido, cabe recordar que Aliaga ostentará la vara de mando los dos últimas años de legislatura (junio 2021-mayo 2023), en virtud del pacto de gobierno que firmaron Cs, PP y Vox, en junio de 2019.
El problema es que el propio Aliaga ha declinado relevar a José durante su ausencia, ante la imposibilidad de asumir las funciones de la alcaldía por motivo de estar ausente durante una parte de los días en que se ha de producir el citado relevo.
Por tanto, será Rosario Marco, de Cs, concejala de Igualdad, Medio Ambiente y Transparencia, entre otras áreas, y segunda teniente de alcalde la que ocupará la alcaldía de Rocafort durante mes y medio.
Presupuestos aprobados y un solo pleno por celebrar
La ausencia del alcalde Guillermo José durante 45 días se producirá con los presupuestos para el ejercicio 2021 ya aprobados, tras el pleno del pasado noviembre y con el voto a favor de todos los grupos municipales. Además, solo está prevista una sesión plenaria más en el horizonte, la última del año a finales de mes. A esa cita de diciembre concurrirán, salvo sorpresa, seis concejales del gobierno (Cs, PP y Vox) y otros tantos de la oposición (PSOE y Podemos). Por ello, la intención el equipo de gobierno es no llevar a dicha sesión cuestiones de calado que pongan en riesgo que la votación no salga adelante, aunque en caso de empate el voto de calidad de la alcaldesa decantaría la balanza.
