El Ayuntamiento de Alaquàs ha iniciado gestiones con el consistorio madriñelo de Torrelodones, con el objetivo de saber si el palacio del Cantodel Pico, que construyó el conde de las Almenas y posteriormente poseyó la familia Franco, alberga un artesonado del palacio renacentis l’Horta Sud.
La iniciativa tiene su origen en una leyenda urbana que, durante décadas, ha corrido por la población, según la cual el artesonado que falta en la primera de las salas nobles podría haber sido regalado por la anterior propiedad al dictador Franco.
Aunque esa hipótesis estaba prácticamente descartada como tal por el equipo de profesionales que actuó en la restauración del monumento, entre 2006 y 2007 (valoraron que en la mencionada sala es probable que nunca hubiera un artesonado, dado que no se conservan marcas de los soportes en el muro), una tesis doctoral publicada en 2013 ha dado una nueva pista que el consistorio ha seguido. El trabajo, realizado por Francisco Javier Delicado Martínez, sitúa una posible venta de un artesonado del Castell en el año 1918. El dueño en ese momento, Vicente Gil Roca, un industrial maderero valenciano que lo había adquirido sacar provecho económico de sus materiales, habría vendido una parte del artesonado al tercer conde de las Almenas, José María del Palacio, para construir lo que después sería el edificio del Canto del Pico en el municipio de Torrelodones.
El hijo del conde falleció en la guerra civil española por lo que el linaje quedó sin descendencia. Así és que el noble dejó en herencia al dictador Franco su palacio del Canto del Pico, según lo que ha podido documentar el Ayuntamiento de Alaquàs. Este inmueble pasó a formar parte de la familia Franco y fue una de sus residencias hasta que, en los años 80, fue vendido a una empresa para montar un hotel, una operación que no llegó a realizarse al estar en un paraje protegido.
Actualmente el edificio sigue en manos privadas y, según la información que ha maneja el Ayuntamiento de Alaquàs, está en un estado de alto deterioro, tras los expolios y algún incendio.
Por ello, el gobierno local de Alaquàs ha contactado con el Ayuntamiento de Torrelodones para comprobar la situación en que se encuentra el palacio y los elementos que aún perviven, con el objetivo de saber si está allí el artesonado. La finalidad de la operación sería recuperarlo, si es que existe.
Un «unicum» en Europa
Los artesonados del Castell de Alaquàs son de los más valiosos del patrimonio valenciano y conforman, junto con toda la azulejería que recubre las salas nobles y otras estancias, un «unicum» en Europa, según definió hace años Jaume Coll, el director del Museo de la Cerámica González Martí. En el monumento perviven originales con complejos motivos en cinco salas nobles, además del situado en el gran recibidor de entrada al Castell, más sencillo. Se perdió el de la galería del sobreclaustro, que fue sustituido por uno moderno durante la restauración entre 2006 y 2007. La primera de las salas nobles, destinada probablemente a albergar el ajuar de la familia García de Aguilar y Pardo de la Casta, no tiene artesonado, lo que siempre ha generado leyendas urbanas.
Respecto a la posibilidad de que los Franco trasladaran el artesonado al Pazo de Meirás, que recientemebnte ha pasado a ser propiedad del Estado, aunque no se descarta seguir esa pista en el futuro, una vez se tenga certeza de que no está en Torrelodones, fuentes municipales han indicado que, tras analizar el inventario que se ha hecho público, no aparece ningún elemento similar.
