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La Emshi prepara proyectos para el fondo europeo por valor de 60 millones de euros

La institución metropolitana aspira a dar un salto cualitativo en modernización de la red, de sus plantas potabilizadoras y de la gestión

Instalaciones en la planta potabilizadora la Presa de Manises. | EMSHI

La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) tiene puesta la mirada en Europa y en la convocatoria del fondo de rescate para la reactivación económica. El equipo técnico trabaja, en estos momentos, en la elaboración de diversos proyectos por valor de más de 60 millones de euros, que supondrían un salto cualitativo en el proceso de modernización de las instalaciones, de la red y de la gestión del ciclo integral del agua hacia un modelo más sostenible.

Así lo explica la presidenta de la Emshi y concejala del Ayuntamiento de València, Elisa Valía, quien añade que estos fondos europeos «son de ejecución rápida» porque están planteados para la reactivación económica y la reconstrucción tras la pandemia. «Al actuar en un ámbito metropolitano y estar apostando por criterios de lucha contra el cambio climático y de eficiencia energética, podríamos ser grandes beneficiarios de estos fondos», incide la presidenta. La obtención de estas ayudas permitiría acometer, en poco tiempo, «proyectos de gran envergadura y de transformación en las plantas potabilizadoras» que la Emshi no puede asumir con recursos propios.

Aunque algunos de los proyectos están por definir, uno de ellos apunta al uso de la red de tuberías para la instalación de sensores que pueden tener diferentes usos. «No sabemos cómo se van a distribuir los fondos pero sí los criterios, que son similares a los que ya rigen en la Emshi», explica.

Catorce millones propios

Más allá de los fondos europeos, la Entidad tiene por delante un ambicioso ejercicio en el que, a pesar de la crisis, se ha marcado el objetivo de «mantener el ritmo de inversión» ya que la obra pública es «un motor económico». Así, en las cuentas para 2021 se incluyen nueve millones en mejoras en la red y 4,5 para las dos potabilizadoras (el Realón de Picassent, y La Presa de Manises).

«Uno de los objetivos es reducir la huella ecológica que genera el ciclo integral del agua», indica la presidenta. Para ello, en este ejercicio se van a invertir 4,5 millones en la instalación de placas solares en las dos plantas y en otras tres infraestructuras estratégicas como son los depósitos, que están en Paterna.

Otra de las iniciativas, aunque de menor volumen, será la ampliación de los depósitos del agua ya potabilizada, que ha de estar en movimiento. Al aumentar la capacidad, la Emshi dispondrá de más recursos para cuando se produzca una reparación, tanto programada como de emergencia, o la ejecución de infraestructuras, de forma que no sea necesario cortar el suministro de agua.

También entre los propyectos para ejecutar con fondos propios de la Emshi en 2021 está la inversión de un millón de euros en la planta del Realón para mejorar el sistema de tratamiento de los fangos. «Tenemos que tratarlos de la mejor forma para poder ponerlos en valor, tras el proceso, e incluso venderlos para un uso posterior como materia prima, de forma que fomentemos la economía circular», indica Elisa Valía, como otro de sus objetivos.

«El agua del grifo es la que actualmente nos ofrece más garantías por todos los controles diarios que pasa», defiende Elisa Valía, como también lo hacen las grandes organizaciones ecologistas como Greepeace. Y, de hecho, uno de los retos de la Emshi para 2021 es poner en marcha una gran campaña con «potentes iniciativas» para fomentar que se consuma el agua del grifo frente a la embotellada». Valía esgrime que «no es asumible por el planeta la cantidad de plástico de un solo uso que generamos con el agua embotellada». Y además, el ahorro económico es considerable. «Para una familia de cuatro miembros, hemos calculado que beber agua del grifo puede suponer ahorrar 500 euros al año», asegura.

La Emshi programó inicialmente la campaña para 2020 pero la pandemia lo impidió. «Este tiempo nos ha permitido analizar mejor la situación y planificar mejor. l consumo de agua embotellada está muy arraigado. La gente cree que tiene mejor sabor que la del grifo ñpero en las catas que muchas veces hemos realizado en las plantas, se pone de manifiesto que no las diferencias», concluye.

"El agua del grifo es la más sana"


Uno de los grandes proyectos de la Emshi para los próximos ejercicios es la construcción de una gran tubería de abastecimiento, de siete kilómetros de longitud, que permita llevar el agua de las plantas a San Antonio de Benagéber, en el Camp de Túria. Del presupuesto total de nueve millones de euros, para el año 2021 se ha previsto invertir casi tres millones. Este municipio, que en los años 90 del pasado siglo se excindió de Paterna, se ha incorporado a la Emshi «sin tener completas las infraestructuras hidráulicas». Aunque la obra completa llevará más tiempo, San Antonio podrá disponer de agua de las plantas de la Emshi a principios de 2022. Enla actualidad, la Entidad Metropolitana suministra a 1,6 millones de personas, lo que supone un 30% de la población autonómica.

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