La cultura vuelve a ser uno de los sectores más castigados por las nuevas restricciones marcadas por algunos municipios ante el preocupante aumento de los casos de coronavirus. Los grandes teatros de l’Horta, como l’Auditori de Torrent, el TAMA de Aldaia, el TAC de Catarroja o el Gran Teatro Antonio Ferrandis de Paterna han bajado el telón durante este mes de enero debido a la alta incidencia en dichos municipios, pese a que no haya aparecido ningún brote en los espacios culturales tal y como recalcan sus responsables, quienes a su vez asumen la gravedad de la situación.
«La cultura es segura» es más que un eslogan insitucional, es una realidad, según defiende la concejala de Cultura de Paterna, Teresa Espinosa. «Desde que abrimos este otoño, no hemos tenido que hacer ningún rastreo entre los asistentes, ya que recogemos los datos de todo el público por si se diera el caso de algún contagio, pero no ha sido así. Se han cumplido los protocolos estrictamente», señala. El circo Gran Fele tenía prevista dos sesiones el próximo fin de semana, que se han tenido que aplazar. «No suspendemos, aplazamos. La gente que viene al teatro en Paterna es fija, nada más sacar las entradas en taquilla las compran», afirma, además de asegurar que ha recibido el agradecimiento por parte de las compañías que han acudido a Paterna. «Les solemos dar la bienvenida a todos y la verdad es que se muestran muy agradecidos porque sigamos apoyando la cultura», explica.
L’Auditori de Torrent es el último que se ha sumado al cierre de espacios culturales, tras decretarse las restricciones ya el pasado 15 de enero, justo cuando había programada una obra, «Elisa y Marcela», que sí se representó. En otras como la de Concha Velasco, prevista para final de enero, fue la misma compañía la que decidió trasladarla a primavera. La concejala, Susi Ferrer, sin embargo, destaca la asistencia durante este primer trimestre pese a estar limitado el aforo al 50%. «Se han vendido todas las entradas, incluso para la obra de Eugeni Alemany le tuvimos que pedir hacer otra sesión ante la gran demanda. Los representantes se quedan asombrados cuando vienen y ven el público que hay», valora.
También se ha completado el aforo permitido en el TAC de Catarroja. «Muchas de las obras realizadas fueron las aplazadas durante el Estado de Alarma y la verdad es que no hubo devoluciones pese a darles esa opción. El público aquí es fiel. Creo que han visto que el teatro es un espacio seguro», señala la edila Dolors Gimeno, que espera «poder frenar la curva» y que no se tengan que volver a suspender las actuaciones de enero que se han aplazado a febrero, como el espectáculo de Raúl Antón .
«El público esmuy sensible»
Fracis López, gestora cultural de Aldaia, que además fue la representante elegida por el sector para recoger la Alta Distinción de la Generalitat, destaca la nueva sensibilidad en torno al coronavirus del público. «Las informaciones diarias en los medios influían en la recepción del público de cara a la programación. Hemos tenido espectáculos con butacas vendidas pero sin ocupar, pero el público queha venido al TAMA ha venido convencido que estaba en un lugar seguro», aclara, a la vez que informa que «ha habido cero contagios en nuestros espacios culturales». También los gestores culturales han tenido que adaptarse a la nueva realidad. «Ahora tenemos la claúsula Covid en los nuevos contratos, donde siempre se aboga por aplazar, no por suspender», señala esta reconocida profesional.
