La hostelería de la comarca acoge con cabreo, resignación y sorpresa el cierre de su sector, desde hoy mismo, y durante al menos catorce días, como una de las medias para doblegar la curva de contagios por coronavirus.

La Asociación de Hostelería de Torrent, por boca de David Joaquín, recibe con «tristeza y mucha lástima» el cierre, ya que «ahora no es una decisión sanitaria, sino que engloba cuestiones políticas y económicas». El vicepresidente de la entidad reconoce que «no esperábamos este cierre, ya que cumplimos aún más las restricciones que otros sectores, ya que sabíamos que nos jugábamos mucho. No queremos el mal para nadie, pero son tantas las incongruencias que se están dado». Así, apunta que el cierre de la hostelería en Alemania o Cataluña «no ha servido para reducir los contagios». De cara al futuro, David Joaquín avanza que va a haber locales «que no van a poder aguantar la carga de gastos con la poca liquidez que les queda tras el cierre anterior. Eso supone también perdida de empleo», alerta.

Diego Gallego es el presidente de la «Asociación Gastronómica de la Cassola de Sant Blai» , en Torrent. La clausura del sector no se ha tomado bien. «Pero estamos resignados, no podemos hacerlo de otra manera. La situación es muy complicada y hay que asumirlo», valora. «La culpa de la situación actual es de las personas que no somos conscientes. La hostelería no tiene culpa, porque vas a un centro comercial y ves lo que ves, o la gente que se junta en parques o en casas. Vamos a medir a todos con el mismo rasero, ya que en un 98% de hostelería se toman a rajatabla las medidas de seguridad», esgrime.

El hostelero intuye que el cierre se prolongará más allá de los catorce días previstos y «va a haber locales que no aguanten porque hay que pagar impuestos con el bar o el restaurante cerrado». Por ello, reclama «ayudas de verdad para la hostelería, no palabras sino hechos».

Desde la Asociación de Hostelería de Mislata explican que la «mayoría» de los establecimientos regentados por los integrantes de la junta directiva «no se recuperaron del anterior confinamiento y han acabado cerrando». Por ello, resaltan que «el cabreo» en el sector es «generalizado», ya que «si se está diciendo que los nuevos brotes son de origen familiar no tiene sentido que se cierre la hostelería que es donde más se respetan las medidas de seguridad».

«Esto va a ser la ruina»

«Cabreados, sorprendidos, impotentes». Son las palabras que resumen el sentir de la hostelería de Burjassot. Su presidenta, Amparo Hurtado, defiende que no son los culpables de lo que está pasando. «En la hostelería apenas ha habido contagios y cumplimos las medidas a rajatabla», reivindica. Por tanto, Hurtado considera que «no tiene sentido el cierre del sector» y anuncia que «esto va a ser la ruina para todos». Pese a que afirma que están asimilando «este nuevo shock», la presidente indica que «el que no se ha endeudado ya con un crédito para remontar el confinamiento anterior, ahora va abocado al cierre, porque se habla de medidas contra el virus pero no de ayudas a la hostelería».» Asumimos las restricciones, pero nos están impidiendo trabajar que es un derecho consitucional», resalta. Además, en el último día de apertura, señala que están recibiendo «el apoyo de los clientes». «Esto es un servicio y todo es esencial ahora mismo», afirma.

Doble golpe para los confinados

La suspensión de la hostería ha afectado de forma más contundente a los pueblos de l’Horta que se encontraban cerrados perimetralmente como Bonrepòs i Mirambell, Massanassa, Sedaví, Benetússer, Alfafar y Llocnou de la Corona. Desde el 7 de enero los bares y restaurantes en estas localidades ya estaban cerrados y justo hoy se levantaba el perimetraje y se les permitía abrir. Algo que no va a ocurrir tras las restricciones del Consell. «Algunos ya lo han pasado muy mal durante estos 14 días cerrados, con una reducción de ingresos al mínimo, y ahora otros 14 días más, muchos no saben como van a sobrevivir», señala Noelia Ruiz, presidenta de la Asociación de comerciantes y pequeñas empresas de Massanassa, que también recoge a hosteleros. Así, reclaman ayudas urgentes para el sector «porque la situación es muy grave».

Catarroja lanza una campaña para realizar pedidos en los locales de hostelería

El Ayuntamiento de Catarroja ha lanzado una campaña para que el vecindario continue realizando sus pedidos en sus locales de hostelería de confianza y al mismo tiempo ha reforzado el listado en la web www.catarroja.es, donde se podrán encontrar quienes ofrecen este servicio de comidas a domicilio o para recoger en el local. «Estamos viviendo unas semanas muy duras y ahora, con las múltiples y necesarias restricciones, el sector de la hostelería en especial va a necesitar el apoyo de todas y todos. Desde el Ayuntamiento hemos querido aportar nuestro granito de arena lanzando una campaña de apoyo a la hostelería local», explica Lorena Silvent, vicealcaldesa de Catarroja.

Paterna apoya a los negocios hosteleros locales con la iniciativa «Hoy no cocines»

El Ayuntamiento de Paterna ha puesto en marcha «Hoy no cocines», una campaña para dar apoyo al servicio de comida a domicilio que los diferentes establecimientos de hostelería y restauración de la ciudad ofrecen en el contexto actual con el objetivo de ayudarles a difundir el «take away» entre los vecinos y vecinas y contribuir así a la consolidación de esta alternativa culinaria. Para ello, desde el Ayuntamiento se ha hecho un llamamiento para que todos los locales que ofrezcan el servicio de comida y quieran que el consistorio les ayude a promocionarlo, se adhieran a esta campaña, que se dará a conocer mediante carteles, publicidad en medios de comunicación, mupis y redes sociales.