La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI) ha finalizado la instalación de la oxidación avanzada en la planta potabilizadora El Realón, ubicada en Picassent. Con este sistema se elimina el sabor y el olor terroso del agua asociado a las sustancias sápidas, se mejora la desinfección del agua y se combate al mejillón cebra. 

Este sistema de pre-ozonización contempla la generación, dosificación y mezcla de ozono. En concreto, la técnica a la que se somete el agua que llega a la planta desde el pantano de Tous a través del canal Júcar-Túria, consiste en una combinación de ozono y peróxido de hidrógeno cuya mezcla en unas proporciones determinadas es especialmente efectiva para acabar con las sustancias sápidas (geosmina y el 2-metilisoborneol) que imprimen al agua que abastece El Realón un cierto sabor terroso.

“El agua que sale de los grifos del área metropolitana es de calidad. Ahora, además de mejorar el sabor y el olor, también se favorece la percepción que se tiene del agua”, ha explicado la presidenta de la EMSHI, Elisa Valía. 

Valía ha recordado que “tras estudiar diferentes métodos, el ensayo previo a la instalación de la oxidación avanzada resultó exitoso, por lo que ahora contamos con un pretratamiento óptimo para potabilizar el agua bruta que llega a El Realón”. 

La oxidación avanzada, cuya instalación en Picassent se inició en el año 2018 y se ha completado en dos fases, también facilita reducir la cantidad de cloro en la fase inicial de la potabilización el agua, puesto que se trata de un método muy efectivo de desinfección frente a bacterias, protozoos y virus. “Así también se consigue otro objetivo, como es minimizar los agentes químicos que se emplean durante el proceso de potabilización del agua”, ha manifestado la presidenta. 

Está comprobado que este pretratamiento también resuelve la presencia del mejillón cebra, una especie invasora de agua dulce con una asombrosa capacidad de colonización y cuya proliferación podría incluso llegar a dañar conducciones e infraestructuras hídricas. Valía ha indicado que “esto también supone una reducción de costes en mantenimiento en las instalaciones, dado que logramos eliminar este molusco en el primer estadio del proceso”. 

La actuación, contemplada en los presupuestos de mejoras en las plantas potabilizadoras, ha supuesto una inversión total de cinco millones de euros y ya está a pleno rendimiento. 

La presidenta ha recalcado el “considerable esfuerzo” por parte de la entidad metropolitana para “estar a la vanguardia de los tratamientos en las dos plantas potabilizadoras que abastecen de agua a más 1,6 millones de habitantes que viven en el área metropolitana”. Además, Valía ha insistido en “la necesidad de emprender actuaciones como esta para incentivar el consumo de agua del grifo, que ayuda a reducir la utilización de plásticos de un solo uso y, por lo tanto, disminuye la huella de carbono”.