«El año 2021 será mucho peor»

Empresariado, comerciantes y hostelería y y consultorías coinciden en que 2020 fue un ejercicio duro para la economía de l’Horta (con la pérdida de 464 empresas)pero alertan de que lo que viene por delante puede ser peor.

El sector Servicios fue el más afectado de la debacle, al aglutinar el 85% de las sociedades que se dieron de baja en la Seguridad Social, según una estadística de la Generalitat, como ayer informaba Levante-EMV. «El impacto ha sido muy negativo, y sectores como la hostelería, los gimnasios o las agencias de viajes están muy, muy tocados, sobre todo por los cierres que han ido sufriendo», explica Pedro Soriano, presidente de los Empresarios y Comerciantes de Burjassot. En este sentido, apunta que el cierre perimetral, por ejemplo, ha hecho «que la gente pasee más por sus municipios, pero las ventas no se han notado, ya que a las seis estaba todo cerrado». De cara a 2021, Soriano avanza que el escenario «será complicado», «ya que muchos están apurando al máximo para sobrevivir», aunque espera que con las ayudas del Plan Resistir y «si se flexibilizan las restricciones desde marzo, algunos negocios puedan remontar, pero habrá cierres seguro».

Sin previsión de resistencia

En la misma línea se pronuncia Noelia Ruiz, presidenta de la Asociación de Comerciantes y Pequeña Empresa de Massanassa, que asegura que «el futuro es negro para muchos locales», contando que «el pasado año algunos ya tuvieron que cerrar». Para la dirigente, «las ayudas no han sido suficientes para que los negocios sobrevivieran. Por ejemplo, la hostelería de Massanassa ya lleva dos meses cerrada». Ruiz analiza que el problema es tan sencillo como complejo. «Si la gente no sale de casa, por miedo o por las propias restricciones, como el cierre de comercios a las seis cuando la gente aún no ha salido de trabajar, es imposible que vaya a un comercio a consumir y, aunque hay voluntad, como el servicio a domicilio, eso no cubre todos los gastos», lamenta. La presidenta alerta de que «no se tiene una previsión de cuántos sobrevivirán, pero si siguen las restricciones van acabar con todos ellos».

Rubén Molina es consultor y asesor de empresas. Conoce al detalle el día a día de la situación de pymes y micropymes. De ahí que alerta de que los números de la estadística «son muy fríos y la situación es bastante peor e irá a más». Y lo explica. «Una persona autónoma puede tener la empresa activa pero con sus trabajadores en ERTE o despedidos, y él solo es probable que tampoco tenga ingresos porque su negocio, como la hostelería o las agencias de viajes, no pueda vender», dice Molina. El consultor advierte de que «se pasó de los ERTE a los ERE y lo próximo serán los concursos de acreedores . De hecho ya hay muchos comercios cerrados». En este sentido, reconoce que la industria y la construcción, que solo perdieron entre ambas 66 sociedades en 2020, «han aguantado el pulso, pero el comercio tradicional o el servicio, excepto la alimentación, está en la miseria». Molina resalta que el tejido económico de l’Horta se sustenta de empresas con menos de diez personas. Por eso considera que las ayudas del Plan Resistir no solucionarán el problema. «Hace falta un plan entre administración, empresariado y sindicatos con ayudas progresivas para reflotar esta situación», ya que, apunta, «hay negocios que tienen un gasto fijo de 3.000 euros solo por levantar la persiana». En este sentido, revela que están recibiendo peticiones de simulación de jubilaciones anticipadas de gente de 62 años que no puede mantener el negocio.

Por otro lado, desde la Asociación Empresarial de Torrent, Laura Català, asegura que este año «se vaticina complicado con concursos de acreedores» y que la tónica es que «antes del verano cerrará un 30% de las empresas». Català indica que el «sector de la distribución está en un momento muy complicado por el cierre de la hostelería». En cambio, reconoce que otros han logrado sobrevivir por la propia situación «como los fabricantes de sofás, con una demanda actual muy grande». Sobre la línea de ayudas, la dirigente afirma que «por mucho que haya líneas de inyección, ese dinero hay que pagarlo y, si no abres pronto, la destrucción de empleo será agresiva». Por eso cuestiona los datos de afiliaciones a la Seguridad Social, 966 más al cierre de 2020. «Habría que ver qué tipo de contrataciones son o si siguen en un ERTE», señala.

Reiventarse en la industria

En cambio, la gran empresa ha visto como la pandemia le salpicaba, pero menos. Es el caso del Parc Tecnològic, donde predomina el sector servicios (79%). Su gerente, Manuela Pedraza, reconoce que las empresas del área de Paterna han aguantado. Y lo hace con los datos de una encuesta a las propias sociedades, que reconocen en más de un 70% que prevén mantener o aumentar sus plantillas, mientras que la estimación de descenso de la facturación será de 50 millones (6660-6610) . «El Parc ha aguantado en conjunto, aunque alguna empresa sí se ha resentido, mientras que otras han logrado reinventarse con producción de geles o mascarillas», indica Pedraza, que resalta la gran cantidad de teletrabajo (por encima del 50%) implantado por las empresas. La dirigente espera que en el segundo semestre de este año remonte la economía.

También se muestra optimista, Diego Romá, gerente de la federación de polígonos Fepeval. Pese a que admite que 2020 ha sido un «año duro y complicado», resalta que los parques empresariales «han amortiguado el impacto bastante bien». En este sentido, sostiene que la industria «está tirando de la economía» y afirma que el sector «tiene un empleo más estable y en mejores condiciones que otros». Por ello, indica que «hay que apostar más por ella y que tenga más peso en el PIB». De cara a 2021, Romá coincide con Pedraza y cree que en «el segundo semestre habrá un importante repunte en la economía».

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