57. Esos son los bienes y propiedades localizados en municipios de la comarca que la Iglesia puso a su nombre entre 1998 y 2015, aprovechando una ley que impulsó el gobierno del PP que lideraba José María Aznar y que permitía al estamento eclesiástico registrar desde un templo parroquial a solares con tan solo una certificación eclesiástica.
Según el listado de bienes inmatriculados por la Iglesia, remitido por el Consejo de Ministros al Congreso, la afección de la ley de Aznar en l’Horta asciende a 57 inmuebles repartidos en 33 localidades. Como es lógico, de la cifra global, 44 propiedades corresponden a edificio destinados al culto religioso, ya sea bajo la denominación de parroquia, templo parroquial, iglesia o ermita.
En cambio, en el inventario elaborado por el Gobierno, y que abre la puerta a reclamar a la iglesia esos bienes, figuran otras propiedades como casas, un solar, un garaje, un instituto, un colegio o una pista deportiva. En este sentido, cabe señalar que durante los 18 años de vigencia de la ley que aprobó el ejecutivo de Aznar, el estamento eclesiástico puso a su nombre en la comarca esos 57 bienes, de los cuales 37 se inmatricularon con una certificación eclesiástica, mientras que el resto se inscribió con un título «bastante y suficiente para la demostración de la propiedad», según dijo la vicepresidenta Carmen Calvo.
Paiporta y Benetússer son los dos municipios donde la Iglesia aprovechó para poner más bienes a su nombre, con media docena de propiedades en cada uno. En el caso de Paiporta, cinco de las inmatriculaciones son de titularidad de la parroquia de San Jorge Mártir: la propia parroquia, un complejo parroquial, el colegio la Inmaculada y dos casas que albergan dependencias religiosas, como los júniors y Cáritas. Solo en una de las cinco (el templo) se empleó el título de certificación eclesiástica. Desde el consistorio paiportino aseguraron que van estudiar la situación de todos esos inmuebles para analizar si emprenden cualquier tipo de acción.
Respecto a Benetússer, solo una de las seis propiedades inmatriculadas es un centro de culto, la parroquia de Nuestra Señora del Socorro, que posee, además, una Casa Abadía, un edificio y una cancha deportiva en el colegio del mismo nombre. En el municipio, el Arzobispado de Valencia también figura como propietario de una casa y un inmueble que acoge el IES Nuestra Señora del Socorro. Solo el templo y la Casa Badía se inmatricularon con el título de certificación eclesiástica. Fuentes municipales destacaron la corrección en todo el proceso.
Solar con monolito franquista
En Rafelbunyol, la Iglesia puso a su nombre tres bienes, entre el 1998 y 2015, bajo la titularidad de la parroquia de San Antonio Abad, la que hasta hace pocas semanas mantenía en su fachada el panel franquista dedicado a los «caídos». En concreto, se trata del templo parroquial, el cementerio y un solar. Todos fueron inmatriculados con certificación eclesiástica. El solar, ubicado en la calle Vicente Soriano, albergó las antiguas Escuelas Parroquiales hasta que fueron demolidas. En la actualidad es una parcela sin uso, que, eso sí, conserva un monolito de dedicado a los «caídos» y que el consistorio ha instado a su retirada.
