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Tejas originales y otras nuevas para la cúpula de Massamagrell

El templo de San Juan Apostol encara la recta final de la restauración tras el desprendimiento de octubre

Vista general de los trabajos en la cúpula. | AVAN

La parroquia de San Juan Apóstol y Evangelista de Massamagrell, del siglo XVIII, sigue siendo objeto de la obra para la recuperación de su cúpula, desmontada tras el desprendimiento de varias piezas. Tras la reforma actual, conservará tejas azules originales en uno de sus gajos, y tejas nuevas, en el resto.

En octubre del año pasado se produjo la caída de parte de la cobertura de teja de la cúpula, tras lo cual fueron instalados a 25 metros de altura los andamios y «se realizaron las labores de consolidación urgente que, además, permitieron conocer más datos acerca del derrumbe y sus causas», ha indicado el párroco José Ribes.

El proyecto, dirigido por los arquitectos Luis Cortés y Pep Pardo, concluye que la causa principal del desprendimiento « obedece al fallo de los morteros de adherencia de la cobertura que, por degradación natural y por dilataciones térmicas, se separó de la fábrica de ladrillo de la cúpula».

Los morteros, empleados para adherir las tejas a la cúpula, «eran de una cal cuyo apagado pudo ser demasiado intenso, de modo que tenían muy poca resistencia y eran fácilmente disgregables con la mano», según la dirección facultativa. Como consecuencia, la separación de la cobertura «llegaba a permitir la introducción de un brazo, de modo que quedaba la teja y su mortero sosteniendo su propio peso, hasta que colapsó». Igualmente, «otros fallos, como la oxidación de clavos de sostén de la teja, retejados modernos y fallos puntuales en las cornisas, han colaborado en el mal estado de la cúpula y cobertura».

La intervención consiste en recuperar el acabado original de teja azul en la totalidad de la cúpula, que ha sido desmontada «ya que presentaba un estado similar al del faldón arruinado». Asimismo, la teja que se ha podido recuperar se ha colocado en uno de sus gajos, mientras que el resto de los faldones de la cúpula posee tejas nuevas de río, «que han sido ancladas a la cúpula mediante alcayatas de acero inoxidable, para conseguir una mejor sujeción, al tiempo que han sido sustituidos los anclajes de hierro colocados en 1950».

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